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A Project of The Annenberg Public Policy Center
SciCheck’s COVID-19/Vaccination Project

Guía sobre la vacuna de Johnson & Johnson contra el COVID-19


This article is available in both English and Español

Resumen rápido

Nombre de la vacuna: Ad26.COV2.S

Diseño: vector viral adenovirus.

Dosis requeridas: una dosis, con una dosis de “refuerzo” recomendada para todos los adultos, al menos dos meses después de la primera. Los CDC recomiendan que al menos dos menos después de recibir una o dos dosis de la vacuna de Johnson & Johnson, las personas adultas debieran recibir una dosis bivalente de una vacuna de ARNm.

Eficacia: En términos generales, un 66,1% de eficacia en la prevención de casos moderados a severos de COVID-19 en adultos 28 o más días después de la vacunación, pero la eficacia fue mayor en la población en Estados Unidos (72% de eficacia en la prevención de casos moderados a severos de COVID-19 y 85,9% de eficacia en la prevención de casos severos o críticos de COVID-19) que en Sudáfrica (64% y 81,7% de eficacia en la prevención de casos moderados/severos y severos/críticos, respectivamente), donde emergió la variante beta del coronavirus.

Seguridad: En raras ocasiones, la vacuna de Johnson & Johnson puede causar una grave afección de coágulos de sangre y conteo bajo de plaquetas conocida como síndrome de trombosis-trombocitopenia (TTS). Hasta el 7 de abril de 2022, el síndrome había sido confirmado en 60 casos, incluyendo nueve muertes, luego de más de 18,6 millones de dosis de la vacuna de J&J administradas. Aunque el TTS es muy poco frecuente, el 5 de mayo de 2022, la FDA  limitó la autorización de uso a adultos que únicamente pudieran recibir la vacuna de J&J entre toda las disponibles, ya sea por razones médicas, de acceso o por preferencia. La vacuna también se ha relacionado con casos raros de síndrome de Guillain-Barré, un trastorno en el que el sistema inmunitario ataca las células nerviosas. No se informaron problemas de seguridad graves durante los ensayos clínicos. Sin embargo, la inyección provocó efectos secundarios temporales en algunas personas, incluido dolor en el lugar de la inyección, dolor de cabeza, fatiga y dolor o dolor muscular.

Dosis administradas: En EE. UU. se administraron un poco más de 19 millones de dosis de la vacuna de Johnson & Johnson. Desde el 7 de mayo de 2023, la vacuna no está disponible en el país.

Cronograma previsto: El 27 de febrero de 2021 la FDA autorizó la vacuna para adultos mayores de 18 años debido a la situación de emergencia. El 5 de mayo, la FDA limitó la autorización de uso de la vacuna de J&J a adultos que no pudieran recibir otra vacuna contra el COVID-19 autorizada o aprobada porque no son accesibles o “clínicamente apropiadas”, o porque de otro modo no recibirían una vacuna contra el COVID-19. 

Participación del programa Operation Warp Speed: El gobierno estadounidense aportó cerca de 1.000 millones de dólares para los ensayos clínicos y el desarrollo de la vacuna. Gastó otros 1.000 millones de dólares para fabricar la vacuna, efectuando un pedido de 100 millones de dosis y la opción de adquirir hasta 200 millones adicionales. 

Almacenamiento: temperatura normal del refrigerador (entre 36°F y 46°F, entre 2°C y 8°C) por seis meses.

Más de dos meses después de su más reciente autorización para una vacuna contra el COVID-19, el 27 de febrero de 2021 la FDA autorizó el uso de emergencia de una vacuna de una dosis elaborada por Janssen Biotech Inc., una empresa farmacéutica de Johnson & Johnson.

A diferencia de las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna, las cuales usan el diseño mRNA, la vacuna de Johnson & Johnson usa un adenovirus inofensivo (un tipo de virus que típicamente causa el resfriado común) modificado con material genético para que el SARS-CoV-2 desate una respuesta inmune. LLa vacuna de Johnson & Johnson tiene la ventaja de que requiere solamente una dosis en lugar de dos. También puede almacenarse a temperatura normal del refrigerador por hasta seis meses; mucho más tiempo que cualquiera de las vacunas de ARNm.

Johnson & Johnson solicitó la autorización de uso de emergencia el 4 de febrero de 2021. Un panel externo que asesora a la FDA se reunió el 26 de febrero del mismo año y votó unánimemente (22 a 0) que “según la totalidad de evidencias científicas disponibles … los beneficios de la vacuna Janssen contra el COVID-19 superan los riesgos al ser usada por individuos mayores de 18 años de edad”. Al día siguiente la FDA le dio a la vacuna la autorización de uso de emergencia. 

El 20 de octubre de 2021, la FDA autorizó la segunda dosis o refuerzo para adultos, para ser administrada al menos dos meses después de la primera dosis. Al igual que con las otras vacunas contra el COVID-19, cualquiera de las vacunas autorizadas o aprobadas puede entregarse como refuerzo luego de la primera dosis de la vacuna de J&J.

Debido a preocupaciones sobre un mayor riesgo de un tipo de coágulo sanguíneo grave y poco frecuente en combinación con un nivel bajo de plaquetas, un comité asesor de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades votó para recomendar las dos vacunas de ARNm por sobre la vacuna de J&J el 16 diciembre de 2021. Los CDC respaldaron la “preferencia clínica” para las otras vacunas el mismo día, y al mismo tiempo enfatizaron que la vacuna de J&J permanecerá disponible y que la vacunación con cualquier vacuna es mejor que no estar vacunado.

Varios meses después, el 5 de mayo, la FDA limitó la autorización de uso a adultos que no pudieran recibir otra vacuna contra el COVID-19 autorizada o aprobada por razones médicas o de acceso, o que solo quisieran esa vacuna para protegerse contra el COVID-19. La decisión de la FDA se basó en la evaluación del riesgo poco común de TTS y la disponibilidad de otras vacunas que no han mostrado riesgo para esa afección.

Citando evidencia de un peor desempeño en relación con las vacunas de ARNm, los CDC dijeron el 29 de Pero el 7 de mayo de 2023, todas las vacunas de J&J que el gobierno tenía en almacenamiento, expiraron, por lo que la vacuna “ya no está disponible en EE. UU.”, según dijeron los CDC. La recomendación de la agencia es que los adultos que recibieron una o dos dosis de la vacuna de J&J reciban una dosis de una de las vacunas bivalentes de ARNm, ya sea Moderna o Pfizer/BioNTech, dos meses o más después de su última dosis. 

Preguntas sobre la vacuna de Johnson & Johnson

¿Qué tiene la vacuna y cómo funciona?

El diseño es distinto al de las vacunas mRNA autorizadas en diciembre, pero todas las vacunas operan fundamentalmente de la misma manera: provocan una respuesta inmune contra la proteína de la espícula, o Spike, del virus SARS-CoV-2, la cual se encuentra sobre la superficie del virus y es lo que usa el virus para ingresar a las células.

Viales de la vacuna contra el COVID-19 de Johnson & Johnson. Foto por Phill Magakoe/AFP via Getty Images

Las vacunas Johnson & Johnson usan otro virus inofensivo, el adenovirus 26, modificado con ADN para la proteína de pico del virus SARS-CoV-2. Los adenovirus típicamente causan los síntomas del resfriado común, y para la vacuna, el virus también está modificado para que no pueda replicarse en el cuerpo.

El adenovirus modificado entra a las células humanas, las cuales luego leen el material genético y comienzan a producir la proteína de pico del coronavirus. Eso dispara una respuesta inmune, generando anticuerpos protectores y activando otras células inmunes llamadas células T.

En otras palabras, la vacuna no incluye al virus del COVID-19, pero, en cambio, sí incluye material genético que lleva al organismo a producir una respuesta inmune al SARS-CoV-2 para que así el cuerpo reconozca y reaccione al coronavirus verdadero de ser necesario.

El Dr. William Schaffner, un experto en enfermedades infecciosas adscrito a la Escuela de Medicina de la Universidad Vanderbilt, resumió a la televisora CNN cómo funciona la vacuna. “En esencia es una oveja con piel de lobo, y cuando su sistema inmunitario lo mira, responde creando protección contra él y en el futuro, contra el virus que realmente causa el Covid-19”, dijo.

¿Cómo se desarrolló la vacuna?

Johnson & Johnson tiene experiencia con vacunas compuestas de adenovirus, y en julio obtuvo aprobación en Europa para una vacuna contra el ébola que usa esa tecnología.

La empresa también trabaja en una vacuna con adenovirus para VIH y zika.

En enero del 2020, cuando la secuencia para el SARS-CoV-2 estuvo disponible, Johnson & Johnson colaboró con el Beth Israel Deaconess Medical Center en la Universidad de Harvard para probar varias candidatas a vacunas contra el COVID-19. A finales de marzo, los investigadores anunciaron que habían identificado a una candidata principal.

En julio de 2020, J&J lanzó un ensayo controlado aleatorio de fase 1/2a en Estados Unidos y Bélgica con 1.051 participantes de edades entre 18 y 55 años y mayores de 65 para determinar las dosis, seguridad y respuesta inmune. 

Después de que el ensayo de fase 1/2a mostró que una dosis única de la vacuna producía anticuerpos neutralizantes para el COVID-19, J&J lanzó un ensayo controlado aleatorio de fase 3 de una dosis única. El 21 de septiembre comenzó a reclutar voluntarios en Estados Unidos hasta reunir 44.325 personas mayores de 18 años en Estados Unidos, Sudáfrica y seis países latinoamericanos. El reclutamiento para ese ensayo se completó el 17 de diciembre. La solicitud de una autorización de uso de emergencia se fundamentó en los resultados de ese ensayo, el cual aún continúa. Los participantes serán monitoreados durante dos años.

J&J también está terminando un segundo ensayo controlado aleatorio de fase 3 en 10 países, incluyendo Estados Unidos, para evaluar un régimen de dos dosis. Y comenzó o está planeando otros estudios para su vacuna en niños, embarazadas y sus hijos, e individuos inmunodeficientes. 

¿Cuán efectiva es la vacuna?

En su ensayo clínico principal, realizado en 2020 antes de la aparición de las variantes delta u ómicron, J&J reportó un 66,1% de eficacia global en la prevención de casos moderados a severos de COVID-19 en adultos 28 o más días después de la vacunación, y una eficacia del 85,4% en la prevención de casos severos o críticos de COVID-19. La eficacia fue similar en todos los grupos de la población, en personas agrupadas por edad, raza y grupo étnico.

Un caso moderado a severo se definió como aquel con un resultado positivo de COVID-19 y un síntoma respiratorio o de trombosis, o dos síntomas de una lista que incluye fiebre, escalofríos, dolor de garganta, tos, malestar general, dolor de cabeza y trastornos estomacales, dijo la FDA en un documento. Un caso severo o crítico se definió como aquel con un resultado positivo y un síntoma, incluyendo señales clínicas de enfermedades sistémicas severas, deficiencia respiratoria, choque, ingreso a la unidad de cuidados intensivos y la muerte.

Tal como hemos explicado previamente, una eficacia del 66,1% significa que una persona vacunada tiene una reducción del 66,1% del riesgo de contraer una enfermedad moderada, comparada a otra persona similar que no fue vacunada.

Debido a las nuevas variantes o cepas del virus que han surgido en los últimos meses del ensayo, J&J suministró estadísticas sobre eficacia según la ubicación geográfica, las cuales mostraron que la vacuna no parece ser tan efectiva contra la variante beta, detectada inicialmente en Sudáfrica.

En la población en Estados Unidos hubo una eficacia del 72% en la prevención de COVID-19 moderado a severo y un 85,9% de eficacia en la prevención de casos severos o críticos, mientras que en Sudáfrica las cifras fueron de 64% y 81,7%, respectivamente.

En Brasil, donde apareció por primera vez la variante gamma, la eficacia fue más cercana a la registrada en Estados Unidos: 68,1% en la prevención de casos moderados a severos.

La vacuna tuvo 100% de eficacia en la prevención del COVID-19 que requeriría atención médica u hospitalización, ingreso a la unidad de cuidados intensivos, respiración mecánica o un sistema de soporte vital, después de 28 días o más de la vacunación.

Hasta el 5 de febrero de 2021, no hubo muertes relacionadas con el COVID-19 en el grupo de la vacuna, pero sí hubo siete muertes por COVID-19 en el grupo de placebo, según un documento de la FDA

Los participantes en el grupo vacunado que padecieron síntomas moderados tuvieron “fiebre y síntomas menos severos” que aquellos en el grupo placebo, dijo J&J. Más allá del periodo post-vacunatorio de 28 días, 66 personas sufrieron tales síntomas en el grupo vacunado, comparado a 193 en el grupo placebo. En cuanto a los casos severos/críticos, hubo cinco en el grupo vacunado y 34 en el grupo placebo.

En los meses transcurridos desde que se implementó la vacuna J&J, su efectividad en el mundo real y otras estadísticas han demostrado que la vacuna brinda protección duradera y también funciona contra la variante delta, aunque, en general, parece brindar menos protección en comparación con las dos vacunas de ARNm.

En septiembre 2021, J&J anunció que un estudio observacional que analizó reclamaciones de seguros en los EE. UU. mostró que su vacuna de dosis única era 81% efectiva para prevenir la hospitalización por COVID-19, un resultado que no cambió mucho con el tiempo, incluso después de que predominara la variante delta. La compañía también informó que una segunda dosis de “refuerzo” de su vacuna, aumentó los anticuerpos neutralizantes en las personas y aumentó la protección contra el COVID-19 de moderado a grave o crítico al 94% en los EE. UU. y al 75% a nivel mundial.

Hay información limitada sobre qué tan bien funciona la vacuna J&J contra la variante ómicron, que se notificó por primera vez en el sur de África en noviembre. 

Debido a las mutaciones que presenta ómicron, los científicos anticipan que la vacuna será significativamente menos protectora contra la infección por ómicron en comparación con las variantes anteriores, pero que aún ofrezca cierta protección contra enfermedades graves. Dada la evidencia de que las vacunas de refuerzo pueden restaurar parte de la respuesta de anticuerpos neutralizantes, los funcionarios de salud pública recomiendan que todos los adultos que hayan recibido una dosis de la vacuna J&J reciban una dosis de refuerzo, preferentemente de una de las vacunas de ARNm, al menos dos meses después de la primera dosis.

El 30 de diciembre de 2021, J&J anunció los resultados preliminares de un ensayo clínico en Sudáfrica que encontró que una primera dosis de refuerzo de la vacuna de J&J era 85% efectiva en prevenir hospitalizaciones por COVID-19 durante el tiempo en que ómicron era la variante dominante. 

Un estudio posterior en EE. UU. encontró un nivel de protección menor contra hospitalizaciones, con una efectividad de un 31% con una dosis y de un 67% con dos, basándose en hospitalizaciones en 10 estados entre diciembre de 2021 y marzo de 2022. 

Citando los resultados de ese estudio, el 29 de marzo de 2022 los CDC dijeron que las personas que solo hayan recibido dosis de J&J podrían recibir un segundo refuerzo de una de las vacunas de ARNm. Las personas inmunodeprimidas y aquellas mayores de 50 años de edad también podrían recibir un segundo refuerzo de ARNm. 

¿Cuán segura es la vacuna?

No hubo “problemas específicos de seguridad” identificados en el ensayo, según el documento informativo de la FDA. Algunos de los vacunados sí sufrieron efectos secundarios, incluyendo dolor en el sitio del pinchazo, dolor de cabeza, cansancio y mialgia (dolor muscular), que generalmente duraron uno o dos días después de la vacunación. Esos efectos secundarios fueron más comunes en los participantes de entre 18 y 59 años de edad.

De los 44.325 participantes en el ensayo fase 3, 21.895 recibieron la vacuna COVID-19 y 21.888 estuvieron en el grupo placebo.

La FDA determinó tres incidentes de efectos secundarios serios pero no letales en el grupo vacunado que probablemente estaban relacionados con la vacuna: una reacción hipersensible relacionada con urticaria, un caso donde el sitio del pinchazo no reaccionaba a medicamentos analgésicos disponibles en la farmacia sin receta médica y un caso relacionado con varios días de síntomas que incluyeron “malestar generalizado, debilidad, mialgia, dificultad para respirar, dolor de cabeza, sensación de adormecimiento y hormigueo en las extremidades superiores, dolor en el pecho y fiebre”.

La FDA recibió dos reportes de Parálisis de Bell (una parálisis facial temporal), en el grupo vacunado y dos en el grupo placebo, y un caso del Síndrome Guillain-Barre en cada grupo. La FDA dijo que esos reportes “probablemente no estaban relacionados con la vacuna analizada pero una relación causal no puede ser excluida de manera definitiva”.

Seis receptores de la vacuna reportaron trombosis, comparado a dos en el grupo placebo. Cuatro personas que recibieron la vacuna reportaron embolismo pulmonar y una en el grupo placebo. La FDA indicó que había factores de riesgo en esos individuos pero que debido al desbalance entre la vacuna y los grupos placebo “la vacuna no puede ser excluida como un factor contribuyente” y recomendó vigilancia cuando la vacuna se distribuya en poblaciones más numerosas.

También hubo más reportes de tinnitus, o ruido en los oídos, entre los receptores de la vacuna: seis reportes comparado a ninguno en el grupo placebo. La FDA nuevamente dijo que había estadísticas insuficientes para determinar una relación causal a la vacuna, con la complicación de que los individuos presentaban factores de riesgo.

Y hubo algunos casos de urticaria, ocho en el grupo vacunado y tres en el placebo, los cuales estaban “posiblemente relacionados” con la vacuna según la FDA.

No hubo reportes de anafilaxia inmediatamente después de las vacunaciones; pero el 26 de febrero Johnson & Johnson anunció haber recibido un reporte de esa reacción en Sudáfrica.

A finales de abril de 2021, los CDC y la FDA agregaron advertencias a las hojas informativas para la vacuna de J&J alertando sobre el aparente aumento de riesgo de una combinación de un tipo poco frecuente de coágulo de sangre con niveles bajos de plaquetas sanguíneas, una peligrosa afección llamada síndrome de trombosis con trombocitopenia. Las agencias recomendaron una pausa temporal de 10 días en el uso de la vacuna e investigaron 15 casos de la rara afección en mujeres, incluidas tres muertes, ocurridas entre las cerca de 8 millones de vacunaciones al 21 de abril, 2021. Para más información sobre la pausa vea “Preguntas y respuestas sobre los extraños coágulos que causaron la pausa de la vacuna de J&J“.

Respecto a las vacunas de J&J, los CDC dijeron: “Las mujeres menores de 50 años de edad particularmente deben estar al tanto del riesgo poco frecuente pero más alto de sufrir este evento adverso. Existen otras opciones de vacunas contra el COVID-19 disponibles para las que no se ha observado este riesgo.” 

El 16 de diciembre de 2021, un comité asesor de los CDC revisó las estadísticas más recientes sobre TTS y encontró una tasa de casos y muertes ligeramente más alta de lo que se conocía anteriormente. Si bien el TTS sigue siendo extremadamente poco frecuente en general, la tasa de notificación en mujeres de 30 a 49 años de edad ha sido tan alta como cerca de 1 en 100.000. En ese grupo de mayor riesgo, dos mujeres han muerto por millón de dosis. La FDA también ha mencionado que se han producido casos en adultos de distintas edades y en hombres. Además, la proporción de casos de TTS que terminaron en muerte no disminuyó después de la pausa de J&J, a pesar de que los reguladores esperaban que al compartir información sobre la mejor manera de tratar la afección estas disminuyeran. 

Dada la disponibilidad de las vacunas de ARNm, que no se han mostrado asociación con el TTS, el comité votó para recomendar preferentemente las vacunas de Pfizer/BioNTech y de Moderna. Los CDC apoyaron esa recomendación.

Hasta el 7 de abril de 2022, las agencias habían confirmado 60 casos, incluyendo nueve muertes, entre más de 18,6 millones de vacunas de J&J administradas. Esa es una tasa de casos informados de 3,23 por millón de dosis de vacunas administradas y una tasa de muertes informadas de 0,48 por millón de dosis. 

El 5 de mayo de 2022, la FDA limitó la autorización de uso a adultos que no pudieran recibir otra vacuna contra el COVID-19 autorizada o aprobada por razones médicas o de acceso, o que solo quisieran esa vacuna para protegerse contra el COVID-19.

Si bien el riesgo general de TTS es bajo, la FDA dijo que se desconoce qué pondría a alguien en riesgo de TTS después de recibir una vacuna J&J. Ese factor, junto con la gravedad de la afección y la disponibilidad de otras vacunas contra el COVID-19 que no han demostrado riesgo de TTS, llevó a la FDA a tomar la decisión de limitar el uso autorizado.

“La acción de hoy demuestra la solidez de nuestros sistemas de vigilancia de seguridad y nuestro compromiso de garantizar que la ciencia y los datos guíen nuestras decisiones. Hemos estado monitoreando de cerca la vacuna contra el COVID-19 de Janssen y la aparición del TTS después de su administración, y hemos utilizado información actualizada de nuestros sistemas de vigilancia de seguridad para revisar la EUA”, dijo el doctor Peter Marks, director del Centro de Evaluación e Investigación Biológica de la FDA., en un comunicado de prensa.

El 13 de julio de 2021, la FDA agregó advertencias a las hojas de información de la vacuna sobre un aumento observado en el riesgo del desorden neurológico llamado Síndrome de Guillain-Barré (GBS, por sus siglas en inglés). 

La agencia dijo que la probabilidad de desarrollar el síndrome es “muy baja” pero aconsejó a los recipientes de vacunas de J&J de buscar atención médica si es que sufren de síntomas que incluyen debilidad o tintineo, particularmente en las piernas o brazos, dificultad para caminar o para hacer movimientos faciales, visión doble, o problemas de control de la vejiga o de la actividad intestinal. 

La advertencia vino luego de informes preliminares de cien casos, la mayor parte de ellos reportando síntomas en los 42 días siguientes a la vacunación. Un fallecimiento fue informado, pero no se sabe aún si la muerte o los casos fueron causados por la vacuna. 

“A pesar de que la evidencia disponible sugiere una asociación entre la vacuna de Janssen y un riesgo elevado de GBS, es insuficiente para establecer una relación causal”, dijo la FDA en ese entonces. Entre 3.000 y 6.000 personas cada año desarrollan el síndrome en EE. UU., en el cual el sistema inmune daña a las células nerviosas, llevando a un debilitamiento e incluso parálisis, de acuerdo a la FDA. La agencia dijo que la mayoría de las personas se recuperan completamente. 

Hasta el 7 de abril de 2022, ha habido alrededor de 313 informes preliminares de GBS. La mayoría de los casos han ocurrido alrededor de dos semanas después de la vacunación y en hombres, principalmente en los 50 años de edad o más.

Otros trabajos han respaldado aún más un vínculo entre la vacuna de J&J y el GBS. Un informe de 2024 de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina concluyó que la evidencia “favorece la aceptación de una relación causal” entre la vacuna y el GBS, así como el TTS. 

Traducido por Luis Alonso Lugo y Catalina Jaramillo.

Nota del editor: Este artículo se actualizará según sea necesario.

Nota del editor: El Proyecto de Vacunación/COVID-19 de SciCheck es posible gracias a una beca de la Robert Wood Johnson Foundation. La fundación no tiene control alguno sobre nuestras decisiones editoriales, y los puntos de vista expresados en nuestros artículos no reflejan necesariamente el punto de vista de la fundación. El objetivo del proyecto es aumentar el acceso a información precisa sobre el COVID-19 y las vacunas, y reducir el impacto de información errónea.