Compendio SciCheck
El Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS, por sus siglas en inglés) acepta reportes de efectos secundarios adversos seguidos de la vacunación para ayudar a los reguladores a detectar potenciales problemas. Cualquiera puede notificar un incidente, esté o no relacionado con la vacuna. El conductor de Fox News Tucker Carlson tergiversó información del VAERS para sugerir que miles han muerto por las vacunas contra el COVID-19.
Historia completa
Más de 266 millones de vacunas contra el COVID-19 han sido administradas en los Estados Unidos y la mayoría de los efectos secundarios reportados han sido menores.
Pero el 6 de mayo el conductor de Fox News Tucker Carlson le sugirió a sus 3,3 millones de espectadores que más de 3.000 personas han muerto por las vacunas contra el COVID-19. “El número real es casi con certeza más alto que esto”, dijo. “Quizás mucho más alto que eso”.
Y luego publicaciones en redes sociales diseminaron la información más allá.
Pero la acusación está basada en la tergiversación de datos recogidos por agencias federales que usan la información para identificar potenciales problemas de seguridad de las vacunas. El sistema que recoge los datos se llama Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas, o VAERS por sus siglas en inglés, y cualquiera puede completar un reporte, incluso si no es claro que la vacuna haya causado el evento notificado.
Le echamos una mirada a los detalles de algunos de los casos notificados en el sistema VAERS.
Por ejemplo, un caso que Carlson incluyó en su recuento era el de un un residente de un centro de ancianos de 85 años de edad que murió el 29 de diciembre. Esto es lo que se notificó a VAERS: “Mi abuela murió a pocas horas de haber recibido la primera dosis de la vacuna contra el covid de moderna. Si bien no espero que ambos eventos estén relacionados, el hospital tratante no confirmó esto y quería asegurarme de que el reporte se hiciera”.
Otra notificación incluida en el recuento de Carlson fue sobre una mujer que fue vacunada el 9 de enero, tuvo un accidente automovilístico dos semanas después y murió de una hemorragia cerebral nueve días después del accidente.
Otra notificación fue sobre una persona de 17 años de edad que se suicidó con un arma de fuego ocho días después de haber recibido una vacuna.
Esto no significa que ninguna muerte pueda estar relacionada con las vacunas. Pero estos ejemplos dejan en claro que “VAERS acepta todos los reportes sin determinar si el evento fue causado o no por la vacuna” como explica el Departamento de Salud y Servicios Sociales.
Doctores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) revisan cada caso de muerte tan pronto como es notificada a VAERS.
Como dijimos, los CDC y la FDA usa la base de datos para detectar patrones de reacciones adversas potencialmente relacionadas con la vacuna, lo cual sucedió en abril cuando los reguladores hicieron un llamado de atención tras notificaciones describiendo un tipo poco común de coágulos de sangre ocurridos en mujeres bajo 50 años de edad que habían recibido la vacuna de Johnson & Johnson. Las agencias luego recomendaron pausar la distribución de la vacuna para investigar esta afección grave y muy poco común de trombos. Cuando recomendaron restablecer el uso de la vacuna, las agencias añadieron una advertencia para mujeres bajo 50.
Al 11 de mayo, según los CDC, se han aplicado más de nueve millones de dosis de vacunas de J&J y se han confirmado 28 casos de notificaciones del síndrome de trombosis. Los CDC dijeron que después de la revisión de la información disponible sobre esos casos “no se estableció una relación causal con las vacunas contra el COVID-19. Sin embargo, hay informes recientes que indican la posibilidad de una relación causal entre la vacuna contra el COVID-19 de J&J/Janssen y una reacción adversa grave y poco frecuente —coágulos sanguíneos con bajo conteo de plaquetas— que ha causado muertes”.
En conclusión, no es correcto sugerir que todas las notificaciones de muerte en la base de datos de VAERS fueron causadas por las vacunas. Ese no es el caso. Hemos escrito anteriormente sobre falsedades similares que tergiversan la información de VAERS.
En este caso, sin embargo, Carlson llevó la tergiversación más allá al sugerir que la cuenta de muertes, ya malinterpretada, es incluso mayor.
“Un informe presentado al Departamento de Salud y Servicios Sociales en 2010 concluyó que ‘menos de un 1% de las reacciones adversas a las vacunas son notificadas al sistema VAERS’”, dijo. “Menos del 1%. Entonces, ¿cuál es el verdadero número de personas que aparentemente han sufrido daños y la muerte con las vacunas?”.
Pero ese informe, el cual analizaba el uso de un sistema automatizado para monitorear los cambios en la salud seguidos a una vacunación más que el sistema actual que depende exclusivamente en notificaciones voluntarias, no explicaba cómo calculaba el porcentaje y, de acuerdo al Departamento de Salud y Servicios Sociales (HHS, por sus siglas en inglés), el grado de subregistro en VAERS depende ampliamente en la gravedad de los casos.
“La baja cantidad de notificaciones o subregistro es una de las principales debilidades de los sistemas pasivos de vigilancia, incluyendo VAERS”, dice HHS en su página web.
“Al mismo tiempo, es probable que las reacciones más graves y los eventos clínicos sorpresivos se notifiquen más que los menos significativos, especialmente si ocurren a poco tiempo de la vacunación, incluso aunque hayan sido coincidentes o relacionados a otras causas”, dice el sitio.
Un estudio reciente por científicos de los CDC también encontraron que la notificación a VAERS era relativamente alta para algunos de los eventos más graves seguidos de una vacunación, tales como anafilaxia y el síndrome de Guillain-Barré.
“La sensibilidad de VAERS para captar anafilaxia después de siete diferentes vacunas varió de 13 a 76%; la sensibilidad para captar GBS después de tres diferentes vacunas varió de 12 a 64%”, según hallazgos del estudio.
Carlson también le inyectó algo de pensamiento conspirativo a su segmento diciendo “algunas personas dicen, ‘Bueno, es solo una coincidencia que alguien reciba una vacuna y luego muera, posiblemente por otras causas’. Nadie sabe en realidad, es la verdad”.
En realidad, el objetivo del sistema VAERS es alertar a las agencias federales de potenciales problemas para que puedan investigar. Cuando hay notificaciones de muerte, HHS dice que doctores de los CDC y la FDA revisan para cada caso “información clínica disponible, incluidos los certificados de defunción, informes de autopsias e historias clínicas”.
Un portavoz de FOX con la cual hablamos se negó a responder si Carlson ha recibido o no la vacuna contra el COVID-19.
Traducido por Catalina Jaramillo.
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