Resumen
En un discurso inaugural de media hora, el recién juramentado presidente Donald Trump tergiversó algunos hechos al describir los últimos años bajo el gobierno de su predecesor, Joe Biden, como una época de “debilitamiento” y prometió que “la era dorada de Estados Unidos comienza ahora mismo”.
También señalamos algunas falsedades en los comentarios posteriores de Trump a sus partidarios en el Salón de la Emancipación en el Capitolio.
- Trump dijo que “impondremos aranceles e impuestos a países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos”, pero los aranceles propuestos por Trump serían pagados por los importadores estadounidenses, no por los países extranjeros, quienes a menudo trasladan esos costos a los consumidores estadounidenses a través de precios más altos en los productos.
- Afirmó falsamente que Estados Unidos experimentó recientemente una “inflación récord” bajo la administración Biden. Los precios al consumidor han aumentado a ritmos más rápidos durante muchos otros períodos en la historia de Estados Unidos.
- Trump afirmó erróneamente que durante la construcción del Canal de Panamá se perdieron 38.000 vidas estadounidenses y que ahora China opera el canal. Una empresa con sede en Hong Kong gestiona puertos en ambos extremos del canal.
- Citando a Carolina del Norte y otros estados después del huracán Helene, Trump afirmó engañosamente que el gobierno federal “ya no puede brindar servicios básicos en tiempos de emergencia”. FEMA participó activamente en el suministro de alimentos, agua y otros suministros, ofreciendo más de 344 millones de dólares en asistencia en las semanas posteriores al desastre.
- Dijo que Estados Unidos tiene “la mayor cantidad de petróleo y gas de cualquier país de la Tierra”, pero varios otros países tienen reservas estimadas de petróleo y gas natural mayores que las de Estados Unidos.
- Trump atribuyó la alta inflación al “gasto excesivo masivo y al aumento de los precios de la energía”, pero su afirmación simplifica demasiado las causas de la inflación, que aumentó tras la pandemia de COVID-19.
- El presidente dijo que “revocará el mandato de vehículos eléctricos” y permitirá a la gente “comprar el coche que prefiera”. Pero no existe ningún “mandato” que exija vehículos eléctricos. La administración Biden finalizó normas que exigen a los fabricantes de automóviles reducir las emisiones de escape y aumentar los estándares de eficiencia de combustible a partir de 2027, pero los fabricantes de automóviles son libres de decidir cómo cumplirlas.
- Trump dijo: “Vamos a restablecer la ley y el orden en nuestras ciudades”. Vale la pena señalar que los delitos violentos han disminuido ligeramente desde que Trump dejó el cargo, según datos del FBI y otras fuentes.
- Trump volvió a repetir su gastada afirmación de que muchos inmigrantes que cruzan la frontera ilegalmente provienen de “prisiones e instituciones psiquiátricas”. Y en comentarios posteriores a su discurso, sugirió que “las cárceles de todos los países del mundo [están], virtualmente, siendo depositadas en los Estados Unidos”. No hay evidencia que respalde eso.
- En sus comentarios después del discurso, el presidente siguió insistiendo en que las elecciones de 2020 estuvieron “totalmente amañadas”. Pero, como hemos escrito en repetidas ocasiones, no hay pruebas de que se haya cometido un fraude generalizado en las elecciones de 2020.
- Trump también afirmó falsamente que el comité selecto de la Cámara de Representantes que investigó el ataque al Capitolio del 6 de enero “destruyó todas las pruebas” de su investigación. El comité publicó un informe de más de 800 páginas y documentación adicional que presenta y analiza las pruebas sobre lo que sucedió ese día.
- Trump afirmó falsamente que “ofreció 10.000 soldados [de la Guardia Nacional]” para proteger el Capitolio el 6 de enero de 2021 a la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, añadiendo erróneamente que ella “lo admitió en una grabación”.
Análisis
Aranceles
Después de prometer que comenzará “inmediatamente la revisión de nuestro sistema comercial para proteger a los trabajadores y las familias estadounidenses”, Trump dijo que “en lugar de gravar a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros países, impondremos aranceles e impuestos a países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos”.
Pero, como hemos escrito, las propuestas de Trump de aumentar los aranceles a los productos extranjeros importados a Estados Unidos no supondrían un impuesto para otras naciones. En cambio, los importadores en Estados Unidos pagarían los aranceles en forma de derechos de aduana, que son cobrados en los puertos de entrada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
Y luego, según economistas, esos costos mayores a menudo se trasladan a los consumidores estadounidenses en forma de precios más altos.
No hubo una ‘inflación récord’ con Biden
Trump afirmó incorrectamente que Estados Unidos experimentó recientemente “una inflación récord” bajo la administración Biden. Como hemos escrito antes, el mayor aumento de 12 meses en el índice de precios al consumidor ocurrió entre junio de 1919 y junio de 1920, cuando el IPC subió un 23,7%, según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés) en una publicación de 2014 que conmemora el centenario del seguimiento de los cambios de precios por parte de la agencia.
Bajo el gobierno de Biden, el mayor aumento de precios se produjo durante el período de 12 meses que finalizó en junio de 2022, cuando el IPC subió un 9,1%. La BLS afirmó que fue el mayor aumento desde los 12 meses que finalizaron en noviembre de 1981.
Desde entonces, la inflación se ha desacelerado. Según la BLS, el IPC ha aumentado un 2,9% en los últimos 12 meses hasta diciembre.
En total, el IPC aumentó un 21% durante la administración de Biden, un promedio del 5,3% en cada uno de sus cuatro años de mandato.
Este aumento no es ni de lejos el mayor aumento de los precios al consumidor en un solo mandato presidencial. Por ejemplo, el IPC aumentó un 47,2%, o un 11,8% anual, durante el gobierno de Carter, de 1977 a 1981.
En comparación, el IPC aumentó un 7,5% durante el primer mandato de Trump, lo que supone un promedio de 1,9% por año en el cargo.
Canal de Panamá
Como lo ha hecho en numerosas ocasiones en los últimos meses, Trump reiteró su intención de que Estados Unidos retome el control del Canal de Panamá, que según él fue “tontamente entregado” a Panamá. Pero al defender su postura, Trump manipuló algunos hechos.
“Estados Unidos, quiero decir, piensen que en esto gastó más dinero que nunca antes en un proyecto y perdió 38.000 vidas en la construcción del Canal de Panamá”, dijo Trump. “Se nos ha tratado muy mal con este tonto regalo que nunca debió hacerse, y se ha roto la promesa que Panamá nos hizo. El propósito de nuestro trato y el espíritu de nuestro tratado han sido totalmente violados. A los barcos estadounidenses se les está cobrando gravemente de más y no se les está tratando justamente en ninguna circunstancia, forma o manera, y eso incluye a la Marina de Estados Unidos. Y sobre todo, China está operando el Canal de Panamá. Y nosotros no se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá y vamos a recuperarlo”.
Para empezar, Trump exageró enormemente la cantidad de vidas estadounidenses que se perdieron durante la construcción del canal. Unas 7.600 personas murieron durante la fase estadounidense de construcción del Canal de Panamá, que duró más de una década y comenzó en 1904, según Noel Maurer, profesor asociado de asuntos internacionales y negocios internacionales en la Universidad George Washington y coautor del libro The Big Ditch: How America Took, Built, Ran, and Ultimately Gave Away the Panama Canal.
La mayoría de las personas que murieron no eran estadounidenses, nos dijo Maurer por correo electrónico. “Más bien, alrededor de dos tercios de ellos eran antillanos (en su mayoría de Barbados) y una proporción más pequeña y desconocida de trabajadores españoles que fueron contratados al comienzo de la construcción”. En total, menos de 1.000 estadounidenses murieron debido a accidentes o enfermedades infecciosas durante la fase de construcción del canal, dijo.
En cuanto a si se le está cobrando de más a Estados Unidos, el Tratado del Canal de Panamá firmado por el presidente Jimmy Carter en 1977 (en el que Estados Unidos cedió el control del canal a Panamá en 2000 y garantizó su neutralidad) establece: “Los peajes y otros cargos por tránsito y servicios auxiliares serán justos, razonables, equitativos y compatibles con los principios del derecho internacional”.
Según Maurer, los peajes ahora son aproximadamente 2,5 veces más altos que cuando Estados Unidos operaba el canal, después de ajustar la inflación.
“¿Es eso exorbitante?”, dijo Maurer. “No es una locura pensarlo, especialmente considerando la cantidad de ingresos que generan las exportaciones estadounidenses”.
Según las estadísticas proporcionadas por Panamá, los exportadores y usuarios nacionales estadounidenses pagaron a Panamá alrededor de 2.000 millones de dólares en 2023, o el 59% de todos los ingresos del canal, dijo Maurer. El comentario de Trump sobre los barcos estadounidenses que se les “está cobrando gravemente de más y no se les está tratando justamente” podría dejar la falsa impresión de que a los barcos estadounidenses se les cobran precios más altos que a los de otros países.
“Estados Unidos no obtiene ningún trato especial”, dijo Maurer, aunque el tratado del Canal de Panamá “permite a los buques del gobierno estadounidense saltarse la cola para pasar por el Canal, lo que significa que la Marina de Estados Unidos puede pasar cuando quiera, sacándose el tráfico comercial del camino. Pero los barcos de la Marina tienen que pagar peajes como todos los demás”.
El líder de la Autoridad del Canal de Panamá asegura que no hay tarifas preferenciales para ningún país. “Las reglas son reglas y no hay excepciones”, dijo Ricaurte Vásquez Morales al Wall Street Journal el 8 de enero. “No podemos discriminar a los chinos, ni a los estadounidenses, ni a nadie más. Esto violaría el tratado de neutralidad, el derecho internacional y conduciría al caos”.
En cuanto a la afirmación de Trump de que “China está operando el Canal de Panamá”, no es exacta. Pero una empresa con sede en Hong Kong administra los puertos en ambos extremos del canal, lo que ha suscitado inquietudes entre algunos en Estados Unidos, incluido el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, quien el año pasado advirtió al Congreso que los puertos podrían ser utilizados por el ejército chino como “puntos de futuro acceso multidominio”.
Ryan C. Berg, director del programa de las Américas del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, dijo al New York Times a principios de este mes que China podría usar datos de envío y operaciones marítimas para reunir inteligencia sobre Estados Unidos.
“China ejerce, o podría ejercer, un cierto elemento de control, incluso en ausencia de una conflagración militar”, dijo Berg. “Creo que hay motivos para preocuparse”.
Sin embargo, nos dijo Maurer, Panamá continúa operando el Canal de Panamá.
“Entiendo por qué esto puede preocupar a algunos estadounidenses, pero en tanto Panamá siga siendo aliado de Estados Unidos no significa nada”, dijo Maurer. “Las inversiones chinas en Panamá están sujetas a la ley panameña”. Y, agregó, “nada de esto tiene nada que ver con la gestión del Canal de Panamá en sí”.
“Las acusaciones de que China está manejando el Canal son infundadas”, dijo Vásquez Morales, líder de la Autoridad del Canal de Panamá, al Wall Street Journal. “China no tiene ninguna participación en nuestras operaciones”.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, también cuestionó la afirmación de Trump diciendo que: “No hay absolutamente ninguna injerencia ni participación china en nada de lo que tiene que ver con el Canal de Panamá”.
Ayuda para los afectados por el huracán
Haciendo eco de afirmaciones falsas y engañosas que ha hecho anteriormente, Trump sugirió engañosamente que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) había tomado poca o ninguna acción luego de la devastación causada por el huracán Helene en muchos estados del sudeste a fines de septiembre.
“Nuestro país ya no puede brindar servicios básicos en tiempos de emergencia, como lo demostró recientemente la maravillosa gente de Carolina del Norte”, dijo. “Han sido tratados muy mal. Y otros estados todavía sufren los efectos de un huracán que tuvo lugar hace muchos meses”.
“O, más recientemente, Los Ángeles, donde estamos viendo cómo los incendios que se han prolongado trágicamente desde hace semanas siguen sin siquiera una señal de defensa”, continuó Trump. “Nadie es capaz de hacer algo al respecto. Eso va a cambiar”.
Sin embargo, FEMA respondió a ambos desastres y en diciembre Biden firmó un proyecto de ley de gastos que evitó el cierre del gobierno y proporciona 100 mil millones de dólares en ayuda por desastres, incluidos 29 mil millones de dólares para FEMA (Biden había solicitado 40 mil millones de dólares).
En el caso del huracán Helene, más de 1.000 empleados de FEMA estuvieron sobre el terreno tan solo en Carolina del Norte. En unas dos semanas, la agencia había enviado unos 17 millones de comidas y 14 millones de litros de agua y entregado más de 344 millones de dólares en asistencia para desastres a 375.000 hogares en todo el sur.
Hasta mediados de octubre, la FEMA había aprobado 441 millones de dólares para los sobrevivientes de la tormenta y más de 349 millones de dólares para proyectos de reconstrucción comunitaria. Y hasta el 7 de noviembre, el Programa Nacional de Seguros contra Inundaciones de la agencia había pagado unos 830 millones de dólares a los asegurados. El mes pasado, la FEMA emitió 292 millones de dólares en subvenciones para reembolsar a los gobiernos locales y a otros en Carolina del Norte por los esfuerzos de recuperación.
Para los incendios forestales de Los Ángeles, FEMA está brindando vivienda y otra asistencia por desastre, con unos 31 millones de dólares aprobados hasta el 20 de enero, según un sitio web de la agencia.
Hace una semana, una cuenta X administrada por la campaña de Trump podría haber dejado la impresión de que las víctimas de los incendios forestales de Los Ángeles serían elegibles para un solo pago gubernamental de 770 dólares. Tal como cuando Trump hizo una afirmación similar sobre 750 dólares para los sobrevivientes del huracán Helene, el pago de emergencia es solo una forma de ayuda disponible, no la totalidad de la ayuda del gobierno.
Durante la campaña, Trump afirmó falsamente que, tras el huracán Helene, la administración Biden no envió ayuda ni helicópteros durante días, a pesar de las abundantes pruebas de lo contrario. También afirmó incorrectamente que la administración Biden “robó” fondos de recuperación del huracán y gastó el dinero en viviendas para personas que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos. No hay pruebas de que se “perdiera” dinero de ayuda en caso de desastre.
Perforación de petróleo y gas
Trump afirmó que Estados Unidos tiene “la mayor cantidad de petróleo y gas de cualquier país de la Tierra”, y agregó que “lo vamos a utilizar”. Pero, como hemos escrito, varios otros países superan a Estados Unidos en cuanto a sus reservas estimadas de petróleo y gas natural.
Un artículo de expertos en energía de la Brookings Institution señala que, si bien “la estimación de reservas es una ciencia inexacta y las metodologías difieren”, Estados Unidos ocupa en general entre el noveno y el undécimo lugar en el mundo en cuanto al tamaño de sus reservas de petróleo crudo. Estados Unidos ocupa un puesto más alto en lo que respecta al gas natural, con las cuartas o quintas reservas más grandes de cualquier nación.
Para contextualizar la producción del país, 2023 fue el sexto año consecutivo en que Estados Unidos lideró la producción mundial de petróleo crudo, según la Administración de Información Energética (EIA, por sus siglas en inglés). La producción de petróleo crudo aumentó de un promedio de 9,36 millones de barriles por día en 2017 a 11,3 millones de barriles en 2020, durante el primer mandato de Trump. Con Biden, la producción de petróleo crudo alcanzó un récord de 13,2 millones de barriles de petróleo por día en promedio en 2024, y la EIA espera que la producción de 2025 sea otro récord. Estados Unidos también es el mayor productor de gas natural.
Causas de la inflación
Trump dijo: “La crisis inflacionaria fue causada por un gasto excesivo masivo y por el aumento de los precios de la energía, y es por eso que hoy también declararé una emergencia energética nacional. Vamos a perforar, baby, perforar”.
Trump y los republicanos del Congreso han culpado al gasto de estímulo de la administración Biden tras la pandemia del COVID-19 por la alta inflación al principio del mandato de Biden. El Plan de Rescate Estadounidense de Biden, que se convirtió en ley en marzo de 2021 e incluyó cheques por 1.400 dólares para la mayoría de los estadounidenses, contribuyó a la inflación, dicen los economistas. Esa inyección de efectivo en la economía se produjo después de otras dos leyes de estímulo relacionadas con la pandemia promulgadas durante el gobierno de Trump.
Pero el gasto de la ayuda para la pandemia no fue el factor principal que condujo a la inflación, como hemos escrito. La raíz del problema fue la pandemia en sí, que provocó cierres económicos, escasez de suministro y un aumento del gasto de los consumidores y de préstamos bancarios, todo lo cual contribuyó a la alta tasa de inflación durante la administración de Biden. Además, la invasión rusa de Ucrania, que dio lugar a sanciones occidentales al petróleo ruso, hizo subir los precios del petróleo, lo que exacerbó la alta inflación, dicen los expertos.
Además, el plan de Trump de “drill, baby, drill” puede no reducir los precios tanto como ha afirmado. Durante la campaña, Trump prometió “reducir los precios de la energía a la mitad en un plazo de 12 meses”.
Expertos nos dijeron que aumentar el suministro interno de petróleo y gas natural podría reducir los precios al menos en el corto plazo, pero las compañías de petróleo y gas tendrían que aceptar aumentar el suministro, y no estarían dispuestas a producir más a cambio de menores ganancias.
Otro experto dijo a NPR que incluso si las empresas estadounidenses atendieran el deseo de Trump de producir más energía, los productores de petróleo de otros países responderían a ese aumento de la oferta y los precios no bajarían mucho.
Vehículos eléctricos y el ‘Green New Deal’
Trump dijo que “pondrá fin al Green New Deal” y “revocará el mandato de vehículos eléctricos, salvando nuestra industria automotriz” y permitiendo a la gente “comprar el coche que prefiera”.
Sin embargo, como hemos escrito antes, no existe un “mandato” que exija vehículos eléctricos y ninguna regulación obliga a las personas a comprar vehículos eléctricos en lugar de automóviles convencionales a gasolina.
En 2024, la administración Biden finalizó regulaciones ambientales destinadas a reducir las emisiones de carbono y otros contaminantes de los automóviles y camiones, comenzando con los vehículos del año modelo 2027. Se espera que estas estrictas regulaciones aumenten significativamente la cantidad de vehículos eléctricos en las carreteras. Sin embargo, los fabricantes de automóviles tienen flexibilidad en la forma en que cumplen con estas normativas y no están obligados a producir exclusivamente vehículos eléctricos.
La Agencia de Protección Ambiental proyectó que las ventas de vehículos eléctricos nuevos podrían representar entre el 30% y el 56% de las ventas de automóviles en 2032 después de la nueva normativa. Como hemos mencionado, después de que la EPA moderara el ritmo de implementación de las normas, las reacciones de los fabricantes de automóviles han sido positivas.
En cuanto al Green New Deal, una resolución no vinculante presentada por los demócratas en 2019 para abordar el cambio climático, no está claro qué quiere decir Trump cuando afirma que le pondrá fin.
La resolución, que fue bloqueada por los republicanos en el Senado, se ha convertido en una frase comodín para referirse a medidas para frenar el cambio climático. Como escribimos, durante la campaña, Trump rebautizó la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés) y otras iniciativas para combatir el cambio climático como la “nueva estafa verde” (una referencia al Green New Deal). La IRA incluye varias disposiciones relacionadas con el clima, como la financiación de proyectos de energía renovable y créditos fiscales que podrían reducir las emisiones de varios sectores, como hemos explicado.
‘Ley y orden’
Trump dijo: “Vamos a restablecer la ley y el orden en nuestras ciudades”, un eco de sus frecuentes declaraciones de campaña sobre los delitos violentos. Vale la pena señalar que los delitos violentos han disminuido ligeramente desde que Trump dejó el cargo, según datos del FBI y otras fuentes.
Como escribimos en “Lo que hereda Trump, parte 2”, las estadísticas sobre delincuencia del FBI publicadas en septiembre muestran descensos en 2023 en comparación con el año anterior y en comparación con 2020 (el último año de Trump en el cargo) en el número y la tasa por cada 100.000 habitantes de delitos violentos, asesinatos y homicidios no negligentes, violaciones, robos y asaltos agravados.
La cantidad de delitos violentos disminuyó un 4,3 % entre 2020 y 2023, y la cantidad de asesinatos y homicidios no negligentes disminuyó un 14,5 % (consulte la tabla 1 después de descargar las estimaciones del CIUS para los datos del FBI de 2004 a 2023).
En la mayoría de las ciudades importantes, la caída de los homicidios, violaciones, robos y asaltos agravados continuó hasta septiembre, según los datos preliminares más recientes de la Asociación de Jefes de Policía de las Grandes Ciudades. Los homicidios bajaron un 17,8% en 69 ciudades en los primeros nueve meses de 2024, en comparación con el mismo período de 2023. Se produjeron descensos en Los Ángeles, Chicago, Houston y Filadelfia, cuatro de las cinco ciudades más grandes. Los asesinatos también bajaron en Nueva York, la ciudad más grande de Estados Unidos, que no se incluyó en ese informe, en un 3,6% durante todo el año en 2024 en comparación con 2023, según el departamento de policía de la ciudad.
Como hemos informado, en 2020, el primer año de la pandemia del COVID-19, hubo un aumento en los delitos violentos, debido al aumento de los asesinatos y las agresiones con agravantes. Los expertos han dicho que el impacto económico de la pandemia fue uno de los factores detrás del aumento.
‘Prisiones e instituciones psiquiátricas’
Trump afirmó que la administración saliente “ofrece santuario y protección a criminales peligrosos, muchos de ellos provenientes de prisiones e instituciones psiquiátricas, que han ingresado ilegalmente a nuestro país desde todas partes del mundo”. Poco después de su discurso inaugural, en comentarios a sus partidarios, Trump dijo que había evitado centrarse en la economía durante su campaña para en vez centrarse en la inmigración, diciendo: “No queremos que las cárceles de todos los países del mundo sean, virtualmente, depositadas en los Estados Unidos”.
Estos comentarios son similares a las frecuentes afirmaciones sin fundamento de Trump de que los países están vaciando sus prisiones e instituciones mentales y enviando a esa gente a Estados Unidos. Hemos escrito varias veces sobre ello e incluimos la afirmación en nuestra lista de grandes falsedades del 2023.
“Es difícil demostrar un negativo, nadie escribe un informe que diga ‘Ecuador no está abriendo sus instituciones mentales’, pero lo que puedo decir es que trabajo a tiempo completo en migración, estoy en muchas listas de correo de coaliciones, me comunico constantemente con socios en la región y escaneo más de 300 feeds RSS y listas de Twitter de medios de prensa y activistas de toda la región, y no he visto un solo informe que indique que esto esté sucediendo”, nos dijo Adam Isacson, director de supervisión de defensa en la Oficina de Washington para América Latina, en marzo de 2023 cuando escribimos sobre estas afirmaciones.
“Hasta donde yo sé, es totalmente inventado”, dijo Isacson.
Para dar una idea de cuántas personas con antecedentes penales se han registrado intentando entrar al país ilegalmente, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos encontró alrededor de 17.000 delincuentes no ciudadanos en el año fiscal 2024 intentando entrar entre los puertos de entrada legales, en comparación con un total de alrededor de 1,6 millones de detenciones en el mismo período de tiempo.
Pero no hay evidencia que respalde la afirmación o sugerencia de Trump de que los países están vaciando sus cárceles. “No tenemos evidencias de que el gobierno de Venezuela esté vaciando las cárceles o sanatorios mentales para enviarlos fuera del país, sea para USA o para cualquier otro país”, nos dijo Roberto Briceño-León, fundador y director del Observatorio Venezolano de Violencia, una organización independiente, cuando analizamos específicamente a Venezuela, un país que Trump menciona a menudo.
Elecciones 2020
En sus comentarios en el Salón de la Emancipación después de su discurso inaugural, Trump continuó afirmando sin fundamento que las elecciones de 2020 que perdió ante Biden estuvieron “totalmente amañadas”.
En comentarios realizados desde las elecciones de 2020, Trump ha hecho acusaciones erróneas de que las máquinas de votación cambiaron los votos a favor de Biden, de manipulación de votos por parte de funcionarios electorales y de personas muertas votando, entre otros casos de fraude electoral que, según él, inclinaron la elección en su contra.
Y el día de la toma de posesión de 2025, Trump volvió a plantear la cuestión.
“En 2020, por cierto, las elecciones estuvieron totalmente amañadas”, dijo Trump. “Fueron unas elecciones amañadas”.
Pero como hemos escrito, numerosos jueces estatales y federales rechazaron las afirmaciones de Trump, diciendo que el equipo legal de Trump no proporcionó evidencia de fraude, y los funcionarios de seguridad electoral la etiquetaron como “la más segura en la historia de Estados Unidos”.
William Barr, quien se desempeñó como fiscal general bajo el gobierno de Trump, le dijo a un comité de la Cámara de Representantes en un testimonio publicado el 13 de junio de 2022: “En mi opinión entonces, y mi opinión ahora, es que la elección no fue robada por fraude, y no he visto nada desde la elección que me haga cambiar de opinión al respecto”.
El testimonio recopilado por el Comité Selecto de la Cámara de Representantes para investigar el ataque del 6 de enero al Capitolio de los Estados Unidos también reveló que después de las elecciones, los principales asesores de la Casa Blanca y otros funcionarios del Departamento de Justicia le dijeron repetidamente a Trump que no había evidencia de fraude generalizado.
Testimonio del Comité del 6 de enero
En comentarios a sus partidarios, Trump volvió a afirmar sin pruebas que el comité de la Cámara de Representantes que investigó el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021 “destruyó todas las pruebas” y “borró todo”. “No queda prácticamente nada”, dijo falsamente Trump.
Ya hemos escrito sobre las afirmaciones, formuladas por primera vez por el representante republicano Barry Loudermilk, de que el comité del 6 de enero no preservó adecuadamente algunos documentos, datos y declaraciones en video. Pero a diferencia de Trump, Loudermilk no afirmó que se eliminaron o no se preservaron todas o la mayoría de las pruebas de la investigación.
De hecho, gran parte del trabajo del comité se publicó en su informe de casi 850 páginas que se hizo público. La documentación incluía más de 140 transcripciones y documentos publicados.
Además, en una carta a Loudermilk del 7 de julio de 2023, el presidente del comité, el representante Bennie Thompson, informó que se habían preparado más de un millón de registros para su publicación y archivo en coordinación con varias oficinas gubernamentales, incluida la Administración Nacional de Archivos y Registros y el Comité de Administración de la Cámara de Representantes. Pero, en una nota a pie de página de esa carta, Thompson explicó que “el Comité Selecto no archivó registros temporales del comité que no fueron elevados por las acciones del Comité, como el uso en audiencias o publicaciones oficiales, o aquellos que no promovieron sus actividades de investigación”.
Tropas de la Guardia Nacional
Trump repitió su afirmación falsa de que la representante Nancy Pelosi, entonces presidenta de la Cámara de Representantes, rechazó su oferta de enviar miles de soldados de la Guardia Nacional para defender el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021.
“Le ofrecí 10.000 soldados”, dijo Trump sobre Pelosi en sus comentarios a sus partidarios. “Ella lo sabe. Lo admitió en una grabación que grabó su hija”.
Ya hemos escrito antes que el comité de la Cámara de Representantes del 6 de enero no encontró “ninguna prueba” de que Trump hubiera hecho una oferta de ese tipo a Pelosi. De hecho, el comité señaló que el entonces secretario de Defensa interino, Christopher Miller, dijo que no había “ninguna orden directa… del presidente” de tener 10.000 soldados de la Guardia Nacional en espera.
Además, Pelosi nunca “admitió… en la grabación” que Trump ofreciera algún número de soldados de la Guardia Nacional. En un video que su hija grabó el 6 de enero de 2021, se puede ver a Pelosi, que estaba en un automóvil en ese momento, cuestionando los planes de seguridad y asumiendo cierta responsabilidad por la seguridad inadecuada. Pero no dijo nada sobre la oferta de Trump de 10.000 tropas de la Guardia Nacional para el Capitolio.
A principios de 2021, un portavoz de Pelosi le dijo al Washington Post que la afirmación inicial de Trump de que ella rechazó el envío de 10.000 soldados era “completamente inventada”.
Traducción de Google Translate editada por Catalina Jaramillo.
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