Compendio SciCheck
Mensajes publicados por un empresario en Instagram y Facebook afirman erróneamente que el gobierno de los Estados Unidos “cambió la definición de pandemia” en 2004, insinuando que el COVID-19 no habría calificado en la definición anterior. No hay evidencia para esas declaraciones y el COVID-19 es definitivamente una pandemia.
Historia completa
A más de un año y medio de comenzada la pandemia del COVID-19, la enfermedad ha causado 4 millones de muertes reportadas alrededor del mundo, incluyendo más de 600.000 en los Estados Unidos. Pero las afirmaciones falsas y engañosas que ponen en duda la gravedad de la enfermedad siguen siendo implacables.
Un empresario con cerca de 500.000 seguidores en Instagram, recientemente acudió a las redes sociales para declarar erróneamente que el gobierno de los EE. UU. previamente cambió la definición de “pandemia” e insinuó que, según la supuesta antigua definición el COVID-19 no habría sido considerado una pandemia.
Pero eso es incorrecto por varias razones.
Dave Asprey, fundador de la compañía de café y nutrición Bulletproof, comienza el texto del mensaje acusando “a los medios” por crear una “tormenta sobre el último terror sanitario” cada “3-4 años”, argumentando que a las enfermedades se les da bombo publicitario por razones financieras, incluyendo ganancias para las compañías farmacéuticas.
La imagen que acompaña la publicación incluye una línea de tiempo de varios brotes de enfermedades desde 1986, titulada “El modelo de negocio de las pandemias”, a pesar de que la mayoría de los brotes incluidos no fueron declarados una pandemia. De los nueve eventos de enfermedades infecciosas mencionados, sólo dos fueron denominados pandemias: el COVID-19 y la gripe porcina H1N1 de 2009.
“Es un negocio tan grande que en 2004, agencias de EE. UU. en busca de mayor financiamiento cambiaron la definición de pandemia de ‘una infección que se propaga rápidamente y mata a mucha gente’ a ‘una infección que se propaga rápidamente’”, dice el texto de la publicación.
El mensaje, que recibió más de 12.000 me gusta y que también fue replicado en la página de Facebook de Asprey, reclama, entre otras cosas, que “sí, la tasa de muerte es mayor de lo normal, pero ni se acerca a como hubiera sido antes de que cambiaran la definición”.
Pero no hay evidencia que apoye la declaración de que “agencias de EE. UU. en busca de mayor financiamiento cambiaron la definición de pandemia”.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) describen una pandemia como “una epidemia que se ha propagado a varios países o continentes, a menudo afectando a una gran cantidad de personas”. (La misma página describe una epidemia como “un aumento, a menudo repentino, en el número de casos de una enfermedad por encima de lo que normalmente se espera” en dicha zona.)
Similarmente, A Dictionary of Epidemiology, como Vox mencionó el año pasado, define una pandemia como “una epidemia que ocurre a nivel mundial, o en un área muy extensa, cruzando fronteras internacionales y que comúnmente afecta a un gran número de personas”.
El COVID-19, con más de 191 millones de casos reportados hasta ahora en varios países alrededor del mundo, sin duda cumple con la definición general de propagación global de una enfermedad.
En 2004, el año mencionado por Asprey, el congreso efectivamente pasó el Project BioShield Act. La ley, que intentaba ayudar a EE. UU. a prepararse contra amenazas biológicas, químicas, radiológicas y nucleares, le permitió al gobierno garantizar la compra de contramedidas (tal como vacunas) para ayudar a facilitar su desarrollo. También le permitió a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) emitir autorizaciones de uso de emergencia, o EUAs por sus siglas en inglés, para medicamentos y productos médicos durante emergencias sanitarias públicas; las vacunas contra el COVID-19 usadas en EE. UU. obtuvieron esas EUAs.
Pero la ley no ofreció, ni revisó, una definición de “pandemia”. Tampoco se estableció una definición en la ley de preparación de pandemias y otras amenazas, Pandemic and All-Hazards Preparedness Act, de 2006.
A pesar de que la definición precisa de pandemia ha estado en discusión por años, al igual que la definición sobre cuán grave una enfermedad debe ser considerada para declarar una pandemia, varios expertos nos dijeron que no han escuchado que el gobierno de EE. UU. haya cambiado la definición oficial de la palabra para obtener financiamiento, como Asprey declaró.
Frank Snowden, profesor de historia y de historia de la medicina en la Universidad de Yale, nos dijo en cambio que sí había algo de debate sobre un modificación que la Organización Mundial de la Salud realizó, en 2009 no 2004, a una página web que daba una definición de “gripe pandémica”.
Esa página describía que una gripe pandémica ocurría “cuando aparece un nuevo virus de influenza, del cual la población humana no tiene ninguna inmunidad, qye resulta en epidemias en todo el mundo, con un enorme número de muertes y enfermedades”.
A comienzos de mayo de 2009, no mucho antes de que la pandemia de la gripe H1N1 fuera declarada, la OMS revisó esa página, eliminando la referencia de que una pandemia causa “enorme número de muertes y enfermedades”. El 9 de mayo de 2009, por ejemplo, la misma página había cambiado para decir “una pandemia es la epidemia mundial de una enfermedad. Una pandemia de la gripe puede ocurrir cuando aparece un nuevo virus de influenza, del cual la población humana no tiene ninguna inmunidad”.
Ese cambio develó el hecho de que no había una definición universalmente aceptada de “pandemia”, como una columna del New York Times documentó.
Algunos criticaron el cambio en la página web y argumentaron que la gripe H1N1 no debiera haber sido llamada una pandemia. Pero la OMS mantuvo que el cambio en la página no afectaba la declaración de la gripe H1N1 como pandemia, ya que en ese entonces había fases establecidas para declarar una pandemia. La OMS ya no utiliza ese sistema.
El doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas coescribió un artículo publicado en octubre de 2009 en Journal of Infectious Diseases destacando que no había una sola definición aceptada de pandemia.
Los autores escribieron que había aspectos comunes en la descripciones anteriores de pandemias, tales como una amplia extensión geográfica, el movimiento de la enfermedad (o “propagación vía transmisión que puede ser rastreada de lugar a lugar”), altas tasas de ataque y explosividad (múltiples casos que ocurren en periodos cortos de tiempo).
“Pareciera haber solo un denominador común invariable: la propagación en amplias extensiones geográficas”, concluyeron.
En términos del COVID-19, funcionarios de la OMS fueron, según se informó, lentos en adoptar la palabra “pandemia”. El director de la OMS, general Tedros Adhanom Ghebreyesus dijo a fines de febrero de 2020 que la decisión de utilizar el término pandemia para describir la enfermedad estaría basada en “una evaluación continua de la propagación geográfica del virus, la gravedad de la enfermedad que causa y las consecuencias que acarrea para toda la sociedad”.
El 11 de marzo de 2020, citando el rápido aumento de casos de COVID-19, su propagación a más de 100 países y para ese entonces los miles de fallecimientos, Ghebreyesus dijo que “por estas razones, hemos llegado a la conclusión de que la COVID-19 puede considerarse una pandemia”. Dos días después, el entonces presidente Donald Trump declaró al COVID-19 como una emergencia nacional.
Enviamos preguntas a la compañía de Asprey sobre sus declaraciones, pero no obtuvimos respuestas.
Su sugerencia de que la tasa de muerte del COVID-19 “ni se acerca a como hubiera sido antes de que cambiaran la definición” es igualmente dudosa. Incluso la antigua descripción de “gripe pandémica” en el sitio web de la OMS era vaga al incluir la cualificación “enorme número de muertes y enfermedades”.
Es difícil de saber exactamente cuán letal es el COVID-19, como hemos explicado. Según ha escrito la OMS, estudios estiman que la tasa de mortalidad por infección es de entre un 0,5% y 1%. Pero la pandemia sigue en curso y no todas las infecciones han sido diagnosticadas. La tasa de casos fatales, o el porcentaje de muertes de casos confirmados, era de 1,8% en Estados Unidos hasta el 9 de julio.
Y como hemos dicho anteriormente, debido a que la enfermedad se ha propagado tan ampliamente, ha causado más de 4 millones de muertes en el mundo.
“No importa qué definición quiera utilizar, el COVID-19 es una pandemia”, nos dijo en un correo electrónico Rebecca Katz, directora del Centro para Salud Ciencia y Seguridad Global de la Universidad de Georgetown.
Traducido por Catalina Jaramillo.
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