Compendio SciCheck
Los ensayos clínicos y el desempeño fuera de laboratorios han demostrado que las vacunas contra el COVID-19 disponibles en Estados Unidos son seguras y efectivas. El doctor Anthony Fauci no admitió que las “vacunas contra el Covid pueden realmente ‘empeorar’ a las personas”, como un titular viral afirma de forma tendenciosa. Los comentarios realizados por Fauci en marzo de 2020 sobre pruebas para detectar potenciales problemas de seguridad en las futuras vacunas fueron sacados de contexto.
Historia completa
En una entrevista transmitida en vivo en marzo del 2020, el director ejecutivo de Meta Platforms, Mark Zuckerberg, y el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés) conversaron sobre la pandemia del coronavirus, incluyendo la evaluación de la seguridad y la efectividad de posibles vacunas contra el COVID-19. Pero una de las respuestas ofrecidas por Fauci durante esa entrevista realizada hace 21 meses, antes de que Facebook se convirtiese en Meta en octubre de 2021, fue sacada de contexto para dar la falsa impresión de que el doctor dijo recientemente que las vacunas que han sido aprobadas y autorizadas causarían más perjuicio que beneficio.
El titular tendencioso de un artículo del 14 de diciembre publicado en TrendingPolitics.com dice: “Dr. Fauci admite que las vacunas contra el Covid pueden realmente ‘empeorar’ a las personas: ‘No sería la primera vez’”.
“El doctor Anthony Fauci se sentó con el CEO de ‘Meta’ Mark Zuckerberg y finalmente dijo en voz alta lo que muchas personas han advertido durante más de un año sobre las apresuradas vacunas de ARNm: pueden empeorar la pandemia de Covid”, escribió Kyle Becker, autor del artículo que ha sido compartido más de 3.500 veces solamente en Facebook, según estadísticas de CrowdTangle. Comentarios igualmente tendenciosos también se han publicado en Twitter.
“El doctor Fauci estaba comentando sobre un estudio reciente que mostró que las vacunas contra el Covid pueden contribuir a que un receptor sea más propicio a infectarse de nuevo que alguien con inmunidad natural por una infección previa”, escribió Becker. “‘No sería la primera vez, si sucediera, que una vacuna que inicialmente lucía bien en cuanto a su seguridad, en realidad empeoraba a las personas’, dijo Fauci”, según el artículo, que incluyó un fragmento de apenas 26 segundos que descontextualiza los comentarios de Fauci.
Pero Becker distorsiona el momento en que Fauci formuló sus comentarios y lo que dijo entonces sobre las pruebas a las futuras vacunas contra COVID-19, lo cual ocurrió antes de que los ensayos clínicos demostraran que las vacunas son seguras y efectivas.
Como dijimos previamente, la entrevista fue transmitida en vivo por Facebook en marzo de 2020, no recientemente, como sugiere el artículo. Además, Fauci y Zuckerberg nunca comentaron un “estudio reciente” comparando la inmunidad inducida por la vacuna contra el COVID-19 y la inmunidad natural. No habría sido posible que ese estudio hubiera sido realizado o finalizado en el momento en que Fauci formuló sus comentarios hace dos años.
(Notificación: FactCheck.org es una de varias organizaciones que trabajan con Facebook para desmentir información incorrecta compartida en las redes sociales).
Fauci y Zuckerberg comentan la pandemia
En la sección de la entrevista a la que se refiere el artículo de Trending Politics, Zuckerberg pregunta por qué las autoridades sanitarias podrían dudar en impulsar “agresivamente” una vacuna segura, incluso si se desconoce su efectividad. En su respuesta, Fauci continua enfatizando la importancia de hacer ensayos clínicos para determinar la seguridad de la vacuna antes de distribuirla. Fauci cita ejemplos de vacunas candidatas contra otros virus, tales como el VIH y el virus respiratorio sincitial, que resultaron ser perjudiciales durante el proceso de evaluación.
Aquí hay una transcripción de esa porción de la entrevista de casi 38 minutos, la cual empieza cerca del minuto 22 del video incluido abajo. Subrayamos el fragmento de 26 segundos en la transcripción, pero incluimos la pregunta y la respuesta en su totalidad para proporcionar un contexto apropiado.
Zuckerberg, 19 de marzo de 2020: Una de las preguntas que he escuchado de varias personas es: obviamente es muy importante hacer ensayos de seguridad porque uno quiere asegurarse de que no va a inyectar a las personas con algo que puede ser perjudicial; pero una vez que sabe eso, ¿por qué no impulsar una distribución más agresiva, aunque no sepa exactamente cuán efectiva es? ¿Cuál es la lógica de salud pública, o el pensamiento detrás de la necesidad de probar que algo es extremadamente efectivo antes de distribuirlo, sabiendo que es seguro?
Fauci: De acuerdo, es una buena pregunta. El estudio inicial de seguridad, Mark, es ver si, ¿hay alguna reacción particular o inusual si la inyecto en el brazo? Hay otro elemento relacionado a la seguridad y es: si usted vacuna a alguien y esa persona crea una respuesta de anticuerpos y luego se expone y se infecta, ¿la respuesta que usted indujo fortalece la infección y la empeora?
Y la única manera de saberlo es haciendo un estudio extenso, no en un voluntario normal que no tiene riesgo de infección, sino en personas que están en situaciones de riesgo. Esta no sería la primera vez, si sucediera, que una vacuna que inicialmente lucía bien en cuanto a su seguridad, en realidad empeoraba a las personas. Hubo un historial en niños de la vacuna contra el virus respiratorio sincitial que, paradójicamente, empeoró a los niños. Una de las vacunas contra el VIH que probamos hace varios años dejaba a los individuos más proclives a infectarse.
Por lo tanto, usted no puede simplemente ir y distribuirla a menos que sienta que, en el terreno, cuando alguien se infecta y se expone, la vacuna no lo va a empeorar. Es por eso que tiene que hacer un ensayo clínico.
Es importante destacar que Fauci dijo que “tiene que hacer un ensayo clínico” primero, y “si sucediera” que la vacuna “en realidad empeoraba a las personas” entonces “no sería la primera vez”.
Eso no es una admisión de que las vacunas de Pfizer/BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson, las cuales fueron sometidas a rigurosos ensayos clínicos, agravan el COVID-19, como el artículo puede hacerle creer a los lectores. En cambio, Fauci hablaba sobre una situación hipotética previa a la finalización de la fase de prueba y la subsecuente autorización y aprobación de las vacunas contra el COVID-19.
El fortalecimiento de la enfermedad por anticuerpos, como Fauci lo llamó en la entrevista, y como hemos publicado previamente, ocurre cuando una infección previa o una vacunación genera anticuerpos que no neutralizan el virus, sino que fortalecen su capacidad para infectar células. Lo que puede desencadenar una enfermedad más grave en lugar de prevenirla.
Por ejemplo, como Fauci mencionó, ensayos clínicos durante la década de 1960 revelaron que los niños que recibían una vacuna contra el virus respiratorio sincitial (RSV, por sus siglas en inglés) eran más propensos a contraer o morir por neumonía tras una infección por RSV, tal como señala el Hospital de Niños de Filadelfia en su página web sobre fortalecimiento de la enfermedad por anticuerpos. La revelación llevó a los investigadores a poner fin a los ensayos clínicos y la vacuna no se sometió a aprobación ni se distribuyó al público, señala el hospital.
Sin embargo, médicos y otros expertos médicos a los que entrevistamos este año nos dijeron que no ha habido indicios de que las vacunas contra el COVID-19 agraven la enfermedad, una condición conocida como ADE por sus siglas en inglés.
“Ni la enfermedad COVID-19 ni las nuevas vacunas contra el COVID-19 han mostrado indicios de causar ADE. Las personas infectadas con SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19, no tienen probabilidades de desarrollar ADE tras exposiciones repetidas”, señala el Hospital de Niños de Filadelfia. “De igual manera, estudios sobre vacunas en el laboratorio con animales o en ensayos clínicos con personas no han hallado evidencias de ADE”.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), reportaron que, hasta fines de noviembre, se habían administrado más de 459 millones de dosis de las vacunas contra el COVID-19 en Estados Unidos y que solamente en “casos inusuales” las personas vacunadas “experimentaron incidentes serios de salud”. Hemos apuntado algunas de estas reacciones poco comunes en nuestros resúmenes sobre seguridad de las vacunas.
Traducido por Luis Alonso Lugo.
Nota del editor: El Proyecto de Vacunación/COVID-19 de SciCheck es posible gracias a una beca de la Robert Wood Johnson Foundation. La fundación no tiene control alguno sobre las decisiones editoriales de FactCheck.org, y los puntos de vista expresados en nuestros artículos no reflejan necesariamente el punto de vista de la fundación. El objetivo del proyecto es aumentar el acceso a información precisa sobre el COVID-19 y las vacunas, y reducir el impacto de información errónea.