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A Project of The Annenberg Public Policy Center

Tercera noche de la Convención Demócrata

El candidato a vicepresidente y otros abordaron temas familiares como el aborto, la Seguridad Social y Medicare, y los impuestos.


This article is available in both English and Español

Traducido por El Tiempo Latino.

Resumen

El gobernador de Minnesota, Tim Walz, aceptó la nominación de su partido a la vicepresidencia y repitió las afirmaciones que ya ha dicho antes sobre la candidatura republicana. Otros oradores intentaron vincular al expresidente Donald Trump con el Proyecto 2025, entre otras afirmaciones.

  • Walz hizo la afirmación, sin fundamento, de que Trump y su compañero de fórmula, el senador JD Vance, “destriparán la Seguridad Social y Medicare”. Trump ha prometido no recortar ninguno de estos programas.
  • Walz dijo que la fórmula republicana “prohibirá el aborto en todo el país con o sin el Congreso”. Trump y Vance expresaron su apoyo a una prohibición nacional de algún tipo en el pasado, pero ahora ambos dicen que la cuestión del aborto debería dejarse en manos de los estados.
  • Varios oradores citaron el Proyecto 2025, un plan conservador publicado por la Heritage Foundation, y vincularon a Trump con sus políticas. La representante Lisa Blunt Rochester, de Delaware, llegó al extremo de decir falsamente que Trump lo “escribió”. No fue así. Trump se ha distanciado del Proyecto 2025, diciendo que “no habla por mí”.
  • El gobernador de Colorado, Jared Polis, calificó el Proyecto 2025 como “la hoja de ruta de Donald Trump para prohibir el aborto en los 50 estados”, en alusión a la sugerencia del documento de que se debería aplicar la Ley Comstock para impedir el envío por correo de píldoras abortivas. Pero Trump dijo recientemente que no haría cumplir la Ley Comstock.
  • La afirmación de Polis de que el Proyecto 2025 “pone límites a la anticoncepción” y “amenaza el acceso” a la fecundación in vitro o FIV requiere más contexto. Pero Trump ha dicho que apoya tanto los anticonceptivos como la fecundación in vitro, o FIV.
  • El líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, afirmó engañosamente que “el 83% de los beneficios” de la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos “fueron al 1% más rico de Estados Unidos”. Se estima que ese será el caso en 2027, si expiran los cambios al impuesto a la renta de la ley de 2017. En años anteriores, el 1% de los que más ingresos percibían recibía una parte mucho menor de los beneficios.
  • En la misma línea, el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, afirmó que Trump sólo cumplió su promesa de “recortar los impuestos a los ricos”, cuando el Tax Policy Center estimó que la ley tributaria “reduciría los impuestos en promedio para todos los grupos de ingresos”.
  • El expresidente Bill Clinton dijo que Trump había “dado a entender que si su hermosa gente votaba una vez más, podrían manipular las elecciones. A partir de ahora, no tendrían que volver a votar”. Trump no dijo que manipularía nada.
  • Buttigieg dijo que “la delincuencia aumentó durante su mandato”, refiriéndose a la presidencia de Trump. Los asesinatos y las agresiones agravadas aumentaron, aunque todo el aumento se produjo en 2020. Sin embargo, la tasa general de delitos violentos disminuyó ligeramente.
  • Por último, Clinton afirmó que desde 1989 se crearon 50 millones de puestos de trabajo bajo presidentes demócratas, versus solo un millón bajo presidentes republicanos. La estadística es correcta, pero está un poco seleccionada por conveniencia y muy influida por factores que están fuera del control del presidente.

Análisis

Seguridad Social y Medicare

Al igual que otros oradores de la convención esta semana, Walz hizo la afirmación, sin fundamento, de que Trump y su compañero de fórmula, el senador JD Vance, “destruirán la Seguridad Social y Medicare”. Lo dijo mientras predecía lo que sucederá “si estos tipos regresan a la Casa Blanca”.

Trump ha prometido proteger ambos programas para las personas mayores, si es elegido, y no ha publicado ninguna propuesta detallada para recortar ninguno de los 2. Sin embargo, su plan de eliminar los impuestos sobre los ingresos de la Seguridad Social para las personas mayores podría resultar en una reducción de los beneficios de la Seguridad Social y Medicare en la próxima década, a menos que Trump presente un plan para reemplazar los ingresos que ambos programas perderían con su plan de no aplicar impuestos. De lo contrario, un futuro Congreso y un presidente tendrían que reemplazar los fondos perdidos.

Como hemos escrito antes, los presupuestos de Trump cuando era presidente no proponían recortes a los beneficios de jubilación de la Seguridad Social, aunque sí proponían recortes a los programas de Seguro de Incapacidad de la Seguridad Social y de Ingreso Suplementario de Seguridad. Sus presupuestos también incluían propuestas bipartidistas para reducir el crecimiento de Medicare sin recortar los beneficios.

Los demócratas han acusado a Trump de querer recortar la Seguridad Social y Medicare basándose en sus comentarios en una entrevista del 11 de marzo con la CNBC. Cuando se le preguntó cómo abordaría el aumento de los costos de ambos programas, Trump dijo: “En primer lugar, hay mucho que se puede hacer en términos de recortes de prestaciones sociales y también en términos del robo y la mala gestión de las prestaciones sociales, una tremenda mala gestión de las prestaciones sociales”. Su campaña dijo que Trump estaba hablando de recortar el despilfarro y el fraude, no de las prestaciones sociales.

Prohibición del aborto

Después de predecir que Trump y Vance “destruirían la Seguridad Social y Medicare”, Walz repitió la obsoleta afirmación de que “prohibirán el aborto en todo el país con o sin el Congreso”. Trump solía apoyar esa posición, pero ahora dice que la cuestión debería quedar en manos de cada estado.

Walz ya había hecho esta afirmación antes, incluso en su primera aparición en la campaña como candidato a vicepresidente. En un mitin con Harris en Filadelfia, Walz dijo que Trump “dijo que prohibiría el aborto en todo el país”.

En su campaña de 2016 y como presidente, Trump apoyó la prohibición federal del aborto después de las 20 semanas de embarazo. En una carta a los líderes antiabortistas en 2016, dijo que firmaría un proyecto de ley que instituiría esa prohibición, con algunas excepciones para las víctimas de violación o incesto y si la vida de la madre está en peligro. Hizo el mismo compromiso al hablar ante los participantes de la Marcha por la Vida en enero de 2018.

Desde entonces, la Corte Suprema revocó Roe v. Wade, la decisión de la corte de 1973 que establecía un derecho constitucional al aborto, gracias a los tres jueces que Trump pudo nombrar para la corte. El fallo de la corte de junio de 2022 devolvió la jurisdicción sobre el derecho al aborto a los estados.

Ahora, Trump dice que no apoyará una prohibición nacional. El 8 de abril, publicó un video de 4 minutos en Truth Social en el que decía que dejaría la cuestión del aborto en manos de los estados. “Los estados decidirán por votación o por ley o tal vez por ambas, y lo que decidan debe ser la ley del país”, dijo Trump.

Dos días después, dijo definitivamente “no” cuando se le preguntó si firmaría una prohibición nacional del aborto si el Congreso la aprobaba. 

Durante su elección de 2022, Vance le dijo al Cincinnati Enquirer que el aborto debería ser “principalmente un asunto estatal”, pero dejó abierta la posibilidad de “algún estándar nacional mínimo”. Más recientemente, Vance, en una entrevista del 11 de agosto en “Face the Nation” de CBS News, dijo que “necesitamos dejar que los estados decidan su política específica sobre el aborto”.

“Creo que lo que realmente queremos es que cuando los estados y los votantes de esos estados tomen decisiones, por supuesto que queremos que los estados y el gobierno federal respeten esas decisiones, y eso es lo que el presidente Trump ha dicho constantemente: tenemos que salirnos del lado de la guerra cultural en el tema del aborto”, dijo Vance. “Necesitamos dejar que los estados decidan su política específica sobre el aborto”.

Lo que hagan los estados podría tener implicaciones nacionales, independientemente de la postura de Trump, ya que las demandas por esas acciones podrían llegar a la Corte Suprema. Así fue como se revocó Roe: la corte falló sobre una impugnación a una ley de Misisipí que prohibía el aborto después de las 15 semanas.

La plataforma republicana para 2024  también decía que los estados determinarían el tema. Sin embargo, la plataforma hace referencia a leyes que otorgarían a los fetos los mismos derechos que a las personas. El sitio de noticias The 19th escribió que si los estados aprobaran las llamadas leyes de “personalidad” del feto, “tendrían el efecto práctico de prohibir el aborto en todas las etapas del embarazo. Su impacto podría volverse nacional si los tribunales afirman leyes a nivel estatal que extiendan la aplicación de la 14ª Enmienda a los fetos”.

Proyecto 2025 y el aborto

Varios oradores citaron el Proyecto 2025, un plan conservador para una futura administración publicado por la Heritage Foundation, y vincularon a Trump con las políticas del documento de 900 páginas. La representante Lisa Blunt Rochester de Delaware llegó al extremo de decir que Trump lo “escribió”, pero no es así.

Trump se ha distanciado del proyecto y ha dicho que está de acuerdo con algunas cosas y en desacuerdo con otras, sin ofrecer muchos detalles.

En abril de 2022, en una conferencia de la Heritage Foundation, Trump pareció referirse al proyecto y dijo: “Este es un gran grupo y van a sentar las bases y detallar los planes de exactamente lo que hará nuestro movimiento”. CNN ha informado de que más de 100 personas implicadas en el proyecto trabajaron en la administración Trump. Pero el expresidente ha dicho que parte de él es “seriamente extremo” y “no sé nada al respecto”, como dijo en un mitin del 22 de julio en Michigan.

“Y es un grupo de gente muy conservadora a la que probablemente le gusto, pero no importa porque no habla por mí”, dijo Trump en una entrevista en “Fox & Friends” el 25 de julio. “Escribieron algo con lo que no estoy de acuerdo en muchos casos, y en algunos casos, concuerdas”.

El gobernador de Colorado, Jared Polis, calificó el Proyecto 2025 como “la hoja de ruta de Donald Trump para prohibir el aborto en los 50 estados”, en alusión a la sugerencia del documento de que se debería aplicar la Ley Comstock para impedir el envío por correo de píldoras abortivas. Pero Trump ha indicado recientemente que no haría cumplir la Ley Comstock.

“Mira, eso suena loco, pero aquí mismo, en la página 562, dice que Donald Trump podría usar una oscura ley del siglo XIX para prohibir por sí solo el aborto en los 50 estados, e incluso enviar a los médicos a la cárcel”, dijo Polis.

Según una interpretación amplia, la Ley Comstock (una ley anti-vicio de 1873) podría efectivamente utilizarse para prohibir el envío de todo material relacionado con el aborto, con sanciones que incluyen la prisión. La página que Polis citó del Proyecto 2025 sugiere que la ley debería aplicarse específicamente para impedir el envío por correo de píldoras abortivas. Más de la mitad de todos los abortos en los EE. UU. son abortos con medicamentos.

Durante una entrevista con CBS News el 19 de agosto, cuando se le preguntó si haría cumplir la ley, Trump dijo: “Discutiremos los detalles, pero en términos generales, no, no lo haría”.

En cuanto a la disponibilidad de medicamentos para el aborto, Trump dijo: “Bueno, va a estar disponible y lo está ahora. Y, por lo que sé, la Corte Suprema ha dicho: ‘Sigan como están las cosas’. Haré cumplir la orden y estaré de acuerdo con la Corte Suprema”. 

La Ley Comstock incluye una sección que prohíbe enviar por correo cualquier “artículo, instrumento, sustancia, fármaco, medicamento o cosa que se anuncie o describa de manera que pueda inducir a otra persona a usarlo o aplicarlo para producir un aborto”.

Las posibles sanciones por utilizar el correo de esa manera incluyen multas, prisión de hasta cinco años o ambas en caso de una primera infracción.

Como sugirió Polis, el Proyecto 2025 defiende en la página 562 que el Departamento de Justicia “en la próxima administración conservadora” debería “anunciar su intención de hacer cumplir la ley federal contra los proveedores y distribuidores de dichas píldoras”, refiriéndose a las píldoras abortivas y haciendo referencia a la Ley Comstock.

Los expertos en políticas sanitarias han sugerido que la Ley Comstock podría interpretarse de forma aún más amplia. “Una interpretación literal de la Ley Comstock penalizaría el envío y la recepción de cualquier material necesario para proporcionar cualquier tipo de atención abortiva sin excepciones, aunque sería prácticamente imposible de aplicar”, según un artículo publicado por KFF, una organización de investigación sobre políticas sanitarias sin fines de lucro.

Proyecto 2025 y anticoncepción, FIV y padres trabajadores

La afirmación de Polis de que el Proyecto 2025 “pone límites a la anticoncepción” y “amenaza el acceso a la FIV” requiere más contexto. Pero Trump ha dicho que apoya tanto los anticonceptivos como la fecundación in vitro o FIV.

El Proyecto 2025 no pide poner límites directos a los métodos anticonceptivos habituales, como las píldoras anticonceptivas o los dispositivos intrauterinos, o DIU, como ha explicado PolitiFact. Sin embargo, sí quiere eliminar la cobertura obligatoria del seguro Ella, un anticonceptivo de emergencia que funciona hasta cinco días después de la relación sexual (página 485), y derogar una norma propuesta por la administración Biden que se relaciona con las exenciones morales y religiosas para los empleadores que no desean cubrir los anticonceptivos de sus empleados (página 483).

El Proyecto 2025 explica que desea “eliminar” a Ella del mandato anticonceptivo del gobierno porque es un “abortivo potencial”, o capaz de inducir un aborto. La Ley de Atención Médica Asequible exige que los planes de seguro médico cubran la atención preventiva, incluida la anticoncepción, sin costo para el paciente. Sin embargo, los anticonceptivos de emergencia funcionan al impedir la ovulación y el embarazo, y la idea de que causan abortos no está respaldada por la ciencia.  

El documento también dice que los responsables de las políticas “deberían dejar de financiar con dinero de los contribuyentes” a Planned Parenthood porque la organización realiza abortos. Esto podría limitar indirectamente el acceso a los métodos anticonceptivos, ya que muchas personas dependen de Planned Parenthood para esos servicios.

El Proyecto 2025 tampoco aborda directamente la FIV. Sin embargo, algunas afirmaciones podrían interpretarse como un respaldo a las leyes que reconocen la “personalidad” del feto, o la idea de que a los embriones o fetos se les deben conceder los mismos derechos que a una persona que ya ha nacido.

“Desde el momento de la concepción, todo ser humano posee dignidad y valor inherentes, y nuestra humanidad no depende de nuestra edad, etapa de desarrollo, raza o capacidades”, se lee en la página 450. “El Secretario debe garantizar que todos los programas y actividades del HHS estén arraigados en un profundo respeto por la vida humana inocente desde el primer día hasta la muerte natural: el aborto y la eutanasia no son atención médica”.

Las leyes que establecen la “personalidad” del feto complican la FIV porque en el procedimiento se extraen óvulos y se mezclan con esperma para crear embriones en el laboratorio. Los embriones normalmente se congelan y se transfieren al útero de la paciente de a uno por vez, según sea necesario. Los embriones sobrantes suelen desecharse.

En febrero, la Corte Suprema del estado de Alabama dictaminó que los embriones congelados son legalmente niños y que los pacientes podían demandar a las clínicas por la muerte injusta de sus embriones. Antes de que se aprobara una ley estatal que otorgaba explícitamente inmunidad a las clínicas de FIV y a los pacientes, varias clínicas suspendieron sus servicios porque no querían correr el riesgo de sufrir problemas legales.

Trump ha sido claro en su apoyo a la FIV, como hemos escrito. “Apoyo firmemente la disponibilidad de la FIV para las parejas que están tratando de tener un preciado bebé”, dijo en un video que publicó en las redes sociales en abril. 

La plataforma republicana para 2024, que Trump respaldó, también afirma el apoyo a la FIV, aunque al mismo tiempo hace un guiño a la personalidad del feto, sin dejar claro cómo concilia ambas cuestiones.

Trump también ha mantenido su apoyo a los anticonceptivos. “NUNCA HE ABOGADO Y NUNCA ABOGARÉ POR LA IMPOSICIÓN DE RESTRICCIONES A LOS CONTROLES DE LA NATALIDAD u otros anticonceptivos”, escribió en una publicación en su plataforma de redes sociales, Truth Social, en mayo. 

Le pedimos a la campaña de Trump que comentara específicamente sobre la anticoncepción de emergencia, pero no recibimos respuesta.

Polis también fue demasiado lejos cuando afirmó que el Proyecto 2025 “dice que la única familia legítima es una madre y un padre casados, donde sólo el padre trabaja”. El documento afirma que las familias con una madre y un padre casados “son la base de una nación bien ordenada y una sociedad sana” y ensalza los beneficios de los padres que trabajan, pero no dice que las madres no deberían trabajar.

Afirmaciones engañosas sobre impuestos

El representante Hakeem Jeffries, líder de la minoría de la Cámara de Representantes, afirmó engañosamente que “Trump fue el cerebro de la estafa fiscal del Partido Republicano, donde el 83% de los beneficios fueron al 1% más rico de Estados Unidos”.

Jeffries se refería a la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos, que Trump convirtió en ley en diciembre de 2017. Como hemos escrito, el Tax Policy Center estimó que aproximadamente el 83% de los beneficios fiscales irían al 1% de los que más ganan, pero no hasta 2027, un año después de que expiren los recortes de impuestos a las ganancias individuales previstos en la ley. En ese momento, los recortes de impuestos restantes para las corporaciones beneficiarían en gran medida a las personas de ese grupo de ingresos.

Antes de eso, el 1% más rico recibiría una porción menor de los beneficios de la ley tributaria, dijo el TPC. En 2018, el 20,5% de los beneficios de la reducción de impuestos iría a ese grupo de personas con ingresos, y para 2025, el año antes de que expiren los cambios impositivos, la porción de las reducciones de impuestos que iría al 1% más rico aumentaría a aproximadamente una cuarta parte.

En general, el análisis de TPC dijo que la TCJA “reduciría los impuestos en promedio para todos los grupos de ingresos tanto en 2018 como en 2025”, contradiciendo la afirmación del Secretario de Transporte, Pete Buttigieg, de que “la única promesa económica que [Trump] realmente cumplió fue reducir los impuestos para los ricos”.

Los grupos de mayores ingresos verían mayores recortes de impuestos, en promedio, pero otros grupos de ingresos también se beneficiarían de los recortes de impuestos de Trump, dijeron los analistas fiscales no partidistas.

Los comentarios de Trump sobre ‘no tendrían que volver a votar’

Tanto el expresidente Bill Clinton como la presentadora de programas de entrevistas y autora Oprah Winfrey hicieron referencia a un comentario un tanto críptico que Trump hizo el mes pasado en una cumbre cristiana conservadora organizada por el brazo de defensa política de Turning Point USA .

Clinton afirmó que Trump había “dado a entender que si su hermosa gente votaba una vez más, podrían manipular las elecciones. A partir de ahora, no tendrían que volver a votar”. Trump no prometió “manipular” nada. Más bien, hizo un comentario vago sobre la votación y no ha hecho mucho por aclararlo.

Winfrey hizo una referencia general al comentario de Trump, diciendo: “Ahora, hay un cierto candidato que dice que si vamos a las urnas esta vez, nunca tendremos que hacerlo de nuevo”.

Al final de su discurso de aproximadamente una hora del 26 de julio, Trump dijo:

“Si quieren salvar a Estados Unidos, reúnan a sus amigos, a su familia, a todos los que conocen y voten. Voten temprano, voten en ausencia, voten el día de las elecciones. No me importa cómo, pero tienen que salir a votar. Y, cristianos, salgan a votar, solo por esta vez. Ya no tendrán que hacerlo más. En cuatro años más, ya saben qué, se solucionará, todo estará bien. Ya no tendrán que votar más, mis hermosos cristianos. Los amo, cristianos. Soy cristiano. Los amo. Salgan, tienen que salir a votar. En cuatro años no tendrán que votar nuevamente, lo habremos solucionado tan bien que no tendrán que votar”.

Ese comentario generó cobertura de prensa, incluida la respuesta de la campaña de Trump a una solicitud de aclaración de las declaraciones. El portavoz de la campaña, Steven Cheung, no respondió directamente, pero dijo que Trump “hablaba de unir a este país”, cuando Reuters le preguntó al respecto.

Algunos políticos demócratas recurrieron a las redes sociales para sugerir que Trump estaba insinuando autoritarismo.

Tres días después de que Trump hiciera sus comentarios, Laura Ingraham de Fox News lo presionó para que aclarara, aunque en gran medida reiteró sus comentarios iniciales, diciendo que si los cristianos votan por él en esta elección, “ya ni siquiera necesitaremos su voto porque, francamente, tendremos tanto amor, si ya no quieren votar, está bien”.

Ingraham luego preguntó si dejaría el cargo después de un mandato de cuatro años.

“Por supuesto, y, por cierto, lo hice la última vez”, dijo Trump, quien dejó el cargo en 2020, mientras afirmaba falsamente que le habían robado las elecciones después de perder ante el presidente Joe Biden.

Delito

Buttigieg dijo que “la delincuencia aumentó durante su mandato”, refiriéndose a la presidencia de Trump. Los asesinatos y las agresiones agravadas aumentaron, aunque todo el aumento se produjo en 2020. Sin embargo, la tasa general de delitos violentos disminuyó ligeramente.

La tasa nacional de homicidios aumentó de 5,4 por cada 100.000 habitantes en 2016, el año anterior a la toma de posesión de Trump, a 6,8 en 2020, según el informe Crime in the United States 2022 del FBI, el informe más reciente disponible (consulte la Tabla 1 después de descargar el archivo de estimaciones de CIUS). La tasa de asaltos agravados pasó de 250,4 a 277,2. Sin embargo, la tasa general de delitos violentos, que también incluye violaciones y robos, bajó de 389,9 en 2016 a 385,2 en 2020. La tasa de delitos contra la propiedad también bajó, de 2.467,5 en 2016 a 1.963,9 en 2020, una disminución del 20,4%.

El gran aumento de asesinatos se produjo en 2020, cuando el número de asesinatos aumentó un 32,2%. Los expertos nos han dicho que es probable que varios factores hayan contribuido al aumento, en particular la pandemia de COVID-19, que provocó la pérdida de puestos de trabajo y afectó desproporcionadamente a las poblaciones vulnerables.

Bajo la administración de Biden/Harris, la tasa y el número de asesinatos han disminuido, después de un pequeño repunte en el número de asesinatos en 2021. Las cifras preliminares del FBI para 2023 y el primer trimestre de 2024, así como los datos recopilados por otros grupos, como la Asociación de Jefes de las Grandes Ciudades, indican que la tendencia a la baja ha continuado, como hemos escrito.

A pesar del continuo desacuerdo entre las campañas de Harris y Trump sobre los delitos violentos, los expertos dicen que los presidentes, independientemente del partido, tienen poco que ver con los cambios notables en la delincuencia.

El difunto criminólogo Richard Rosenfeld, que escribió sobre las tendencias delictivas para el Consejo de Justicia Penal, una organización no partidista, al final de su larga carrera en este campo, nos dijo en 2021 que los presidentes “pueden facilitar una respuesta”, citando una iniciativa de Biden en ese momento para trabajar con las ciudades para reducir la violencia con armas de fuego. “Pero ningún presidente, que yo recuerde, ha sido responsable por sí solo de un aumento brusco de la delincuencia o, en realidad, de una disminución brusca de la delincuencia. La delincuencia está impulsada por otros factores y el presidente tiene poco control sobre esos factores”.

“Quien está en la Casa Blanca tiene poca o ninguna conexión directa con lo que es inherentemente un problema de delincuencia estatal/local”, nos dijo también John L. Worrall, profesor de justicia penal en la Universidad de Texas en Dallas.

Las estadísticas de empleo que Clinton verificó tres veces

El expresidente Bill Clinton citó una estadística sobre los empleos creados bajo presidentes demócratas en comparación con los republicanos desde 1989, y dijo que la había verificado tres veces.

“Les va a resultar difícil creerlo, pero, ayúdenme, lo he revisado tres veces”, dijo Clinton. “Desde el fin de la Guerra Fría en 1989, Estados Unidos ha creado unos 51 millones de nuevos puestos de trabajo. Juro que lo he comprobado tres veces, ni yo mismo lo podía creer. ¿Cuál es el resultado? Demócratas 50, republicanos 1”.

A pesar de las garantías de Clinton y de su historial de dar poco material a los verificadores de datos, decidimos que sería mejor comprobarlo una cuarta vez y descubrimos que, según el marco que Clinton proporcionó, tenía razón.

Desde 1989, se han creado 1.3 millones de puestos de trabajo netos bajo los mandatos de presidentes republicanos (George H. W. Bush, George W. Bush y Donald Trump) y 50,3 millones bajo los mandatos de presidentes demócratas (Clinton, Barack Obama y Biden), según los datos de empleo de la Oficina de Estadísticas Laborales. (Nota técnica: el 21 de agosto, la Oficina de Estadísticas Laborales anunció que su estimación preliminar para las revisiones anuales de referencia de los datos de empleo indica que se crearon 818.000 puestos de trabajo menos en los últimos 12 meses, lo que reduciría el total para los presidentes demócratas a unos 49,5 millones. La Oficina de Estadísticas Laborales dijo que la revisión final se emitirá el año que viene).

Pero es necesario hacer algunas salvedades. Los demócratas estuvieron en el poder durante más tiempo: 16 años bajo gobiernos republicanos, frente a 19,5 años bajo gobiernos demócratas (si Clinton hubiera incluido estadísticas del presidente Ronald Reagan, por ejemplo, eso habría añadido 16 millones de puestos de trabajo al balance republicano).

Más importante aún, los factores que en gran medida escapan al control de un presidente suelen dar forma al mercado laboral. Por ejemplo, se crearon 6,4 millones de puestos de trabajo en los primeros tres años de mandato de Trump, según la Oficina de Estadísticas Laborales. Y luego llegó la pandemia. Entre febrero y abril de 2020, se perdieron 21,9 millones de puestos de trabajo. Casi 12,5 millones de esos puestos de trabajo habían regresado cuando Trump dejó el cargo, pero la totalidad de la presidencia de Trump muestra una pérdida neta de 2,7 millones de puestos de trabajo.

Por el contrario, durante la presidencia de Biden se han creado 15,8 millones de puestos de trabajo hasta julio, a la espera de la revisión final de los índices de referencia que se publicará en febrero de 2025. Pero muchos de ellos fueron puestos de trabajo recuperados después de que la pandemia remitiera. Ahora hay 6,4 millones de personas empleadas más que antes de la pandemia.


Nota del editor: Este artículo ha sido publicado gracias a nuestra alianza con El Tiempo Latino, medio de comunicación establecido en Washington, D.C., que brinda información nacional y local en español.

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