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Kennedy repite afirmaciones falsas y engañosas en audiencia de confirmación


This article is available in both English and Español

En su primera audiencia de confirmación en el Senado para ser secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr. repitió afirmaciones sobre las que ya hemos escrito anteriormente sobre las vacunas y las enfermedades crónicas.

Kennedy, conocido por difundir información errónea sobre las vacunas, incluida la idea desacreditada de que causan autismo, dijo en sus comentarios de apertura: “Los informes de prensa han afirmado que soy antivacunas y antindustria. No soy ni lo uno ni lo otro. Estoy a favor de la seguridad”.

Recientemente, ha hecho declaraciones similares. El 6 de noviembre, le dijo a NPR que no eliminaría las vacunas, pero que quería “asegurarse de que los estadounidenses tengan buena información. En este momento, la ciencia sobre la seguridad de las vacunas, en particular, tiene enormes déficits, y vamos a asegurarnos de que se realicen esos estudios científicos y de que las personas puedan tomar decisiones informadas sobre sus vacunas y las vacunas de sus hijos”.

Pero, como hemos explicado, ya se han realizado estudios sobre la seguridad de las vacunas y esa información está disponible en Estados Unidos. Varios paneles independientes de científicos ayudan a revisar los datos de cada vacuna para asegurarse de que los beneficios superen los riesgos. Y luego, varios sistemas de control de la seguridad de las vacunas vigilan si surgen problemas posteriores.

En diciembre, Kennedy renunció como presidente de Children’s Health Defense, una organización sin fines de lucro que fundó y que ha difundido afirmaciones falsas sobre las vacunas.

Si es confirmado, Kennedy supervisaría 13 agencias, incluidos los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la Administración de Alimentos y Medicamentos, los Institutos Nacionales de Salud y los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid. 

Su audiencia del 29 de enero fue ante el Comité de Finanzas del Senado. Responderá preguntas ante el Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado el 30 de enero.

(Para más información sobre las afirmaciones pasadas de Kennedy, consulte nuestra serie de tres partes de 2023, disponible en inglés y español).

Vacunas y transmisión del COVID-19

Cuando el senador republicano Thom Tillis de Carolina del Norte le preguntó si era un teórico de la conspiración, Kennedy dijo que  lo habían etiquetado con el término “peyorativo” “principalmente para evitar que haga preguntas difíciles de interés a los poderosos”.  

“Me pusieron esa etiqueta porque dije que las vacunas, la vacuna contra el COVID, no prevenían la transmisión y no prevendrían la infección cuando el gobierno le decía a la gente, a los estadounidenses, que sí lo haría”, dijo Kennedy. “Ahora todo el mundo lo admite”.

Las vacunas no tienen por qué prevenir la infección para ser eficaces, y muchas no lo hacen. El objetivo principal de muchas vacunas es prevenir la enfermedad, incluida la enfermedad grave, que es la función principal de las vacunas contra el COVID-19.

Las vacunas contra el COVID-19 fueron autorizadas para uso de emergencia en base a su capacidad para reducir el riesgo de enfermedad sintomática en los ensayos clínicos. Cuando se autorizaron las vacunas, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) advirtió que no había “evidencia de que la vacuna prevenga la transmisión del SARS-CoV-2 de persona a persona”. 

Sin embargo, como hemos explicado, los datos mostraron que la vacunación redujo la propagación de la enfermedad, ya sea porque las personas vacunadas estaban protegidas contra la infección o porque eran menos contagiosas si se infectaban. La aparición de variantes más transmisibles redujo la capacidad de las vacunas para detener la transmisión, pero aun así proporcionaron cierta protección contra la infección y redujeron el riesgo de enfermedad grave. 

Kennedy suele citar estudios sobre monos publicados en 2020 cuando plantea esta cuestión, y lo hizo de nuevo durante su audiencia de confirmación. Pero varios estudios anteriores demostraron que los animales vacunados infectados con el virus tenían niveles más bajos del virus que los animales infectados no vacunados.

“Me llamaron teórico de la conspiración porque dije que el colorante rojo causaba cáncer y ahora la FDA lo ha reconocido y lo ha prohibido”, continuó Kennedy en la audiencia. “Me llamaron teórico de la conspiración porque dije que el flúor reducía el coeficiente intelectual. La semana pasada, JAMA publicó una metarevisión de 87 estudios que decían que existe una correlación inversa directa entre la pérdida de coeficiente intelectual”.

El 15 de enero, la FDA revocó  la autorización para el uso del colorante rojo n.º 3, presente en muchos alimentos y determinados medicamentos. Pero al hacerlo, la agencia dijo que las afirmaciones de que el uso del colorante “pone a las personas en riesgo no están respaldadas por la información científica disponible”. La agencia señaló que la forma en que el colorante rojo causa cáncer en ratas “no ocurre en los seres humanos”.  

En cuanto al flúor y el coeficiente intelectual, como hemos explicado antes, los datos sobre la fluoración del agua y la neurotoxicidad no son 100% claros. Algunas investigaciones sugieren que hay una asociación entre mayores niveles de flúor y la disminución del coeficiente intelectual de los niños, pero la evidencia de que esto ocurre en niveles bajos, similares a los que se recomiendan en EE. UU. para el agua potable, es mucho más débil e inconsistente.

El artículo mencionado por Kennedy, un metaanálisis de 74 estudios publicado en JAMA Pediatrics el 6 de enero, ha sido calificado como controversial. Muchos de los estudios incluidos tenían un “alto riesgo de sesgo”, según el análisis, y ninguno se había realizado en Estados Unidos.

En septiembre, un juez de un tribunal federal de distrito dictaminó que la Agencia de Protección Ambiental debe regular el flúor en el agua potable, afirmando que “representa un riesgo irrazonable de reducción del coeficiente intelectual en los niños”. El fallo añadió que “este hallazgo no concluye con certeza que el agua fluorada sea perjudicial para la salud pública”. 

Sobrestimación de las enfermedades crónicas en los niños

Como era de esperar, Kennedy habló en repetidas ocasiones sobre el aumento de las enfermedades crónicas y su intención de poner fin a lo que describe como una “epidemia”, pero exageró el número de niños afectados. 

“Yo crecí en una época en la que no había una epidemia de enfermedades crónicas. Cuando mi tío era presidente, el 2% de los niños estadounidenses padecían enfermedades crónicas. Hoy, el 66% padecen enfermedades crónicas”, afirmó.

Algunas enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes tipo 1 y tipo 2el trastorno por déficit de atención e hiperactividadel autismo y las alergias alimentarias se han notificado con mayor frecuencia entre los niños de los EE. UU. en las últimas décadas. Pero, como hemos explicado, los expertos dicen que la cifra de Kennedy sobre el porcentaje de niños con enfermedades crónicas, que normalmente sitúa en el 60 %, es una sobreestimación.    

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, citando datos de la Encuesta Nacional de Salud Infantil de 2018, “más del 40% de los niños y adolescentes en edad escolar tienen al menos una condición de salud crónica como asma, obesidad, otras condiciones físicas y problemas de comportamiento/aprendizaje”.

Cabe señalar que no existen datos que permitan comparar la prevalencia actual de las enfermedades crónicas con la de principios de los años 1960, dados los cambios en la forma de diagnosticar, controlar y definir las enfermedades crónicas. Y hoy en día no existe una definición estándar de lo que se considera una enfermedad crónica. Para más información, lea nuestro artículo de agosto sobre este tema.

Afirmación falsa sobre comentarios en pódcast anteriores

Al principio de la audiencia, el senador Ron Wyden de Oregón, el demócrata de mayor rango en el comité, arremetió contra la insistencia de Kennedy en la audiencia de que no es antivacunas al señalar que en una entrevista de pódcast con Lex Fridman en julio de 2023, Kennedy dijo que “ninguna vacuna” es segura y efectiva.

Kennedy respondió diciéndole a Wyden que su descripción de lo sucedido había sido “repetidamente desacreditada” y que el comentario de Kennedy sobre las vacunas “era un fragmento de una declaración” que ocurrió porque lo habían interrumpido en la entrevista.

“Me preguntó”, dijo Kennedy sobre Fridman, “‘¿Existen vacunas que sean seguras y efectivas?’ Y le dije: ‘Algunas de las vacunas con virus vivos lo son’. Luego dije: ‘No hay vacunas que sean seguras y efectivas’. Y luego iba a decir: ‘Para todas las personas’”. 

“Con todos los medicamentos, hay personas que son sensibles a ellos, incluidas las vacunas”, continuó Kennedy. “Me interrumpió en ese momento. Lo he corregido muchas veces, incluso en la televisión nacional. Usted sabe de esto, senador Wyden, por lo que mencionarlo ahora es deshonesto”.

Pero esto no ha sido desmentido. De hecho, ya hemos verificado lo que dice Kennedy sobre este mismo tema antes, cuando en una entrevista con “PBS NewsHour” de noviembre de 2023 negó falsamente haber dicho alguna vez que “ninguna vacuna” es segura y efectiva durante el pódcast. En la entrevista con PBS, acusó al entrevistador de estar “inventando algo” y evitó responder si todavía pensaba que no había vacunas seguras y efectivas.

En la audiencia, la narrativa de Kennedy sobre sus comentarios en el pódcast cambió nuevamente, pero es difícil conciliar su nueva afirmación con lo que dijo en el pódcast.

Fridman le preguntó a Kennedy: “¿Puede nombrar alguna vacuna que crea que sea buena?”. 

“Creo que algunas de las vacunas con virus vivos probablemente estén evitando más problemas de los que están causando”, respondió Kennedy. “No existe ninguna vacuna que sea segura y efectiva”. 

Kennedy terminó la última frase por completo. Estaba a punto de decir algo más, tal vez un “de hecho”, cuando Fridman lo detuvo para decirle que esas eran “palabras importantes: ¿qué pasa con la polio?”. 

Con este tiempo adicional para ampliar su comentario, Kennedy procedió a explicar por qué, en su opinión, incluso la vacuna contra la polio puede haber “causado más muertes de las que evitó” (para ello, Kennedy citó preocupaciones sobre la posible contaminación con SV40 de algunas vacunas contra la polio en los años 1960, que posiblemente causaría cáncer. Pero no hay evidencia de que las personas que recibieron esas vacunas tuvieran más probabilidades de desarrollar cáncer).

Comentarios sobre la discriminación étnica del COVID-19

En un acalorado intercambio, el senador Michael Bennet de Colorado interrogó a Kennedy sobre algunas de sus controvertidas e infundadas declaraciones pasadas, incluidas las que realizó durante una cena de prensa en 2023, cuando dijo: “El COVID-19 está dirigido a atacar a los caucásicos y a los negros. Las personas que son más inmunes son los judíos asquenazíes y los chinos”. Sus comentarios fueron hechos públicos por el New York Post

En ese momento, Kennedy dijo en la plataforma ahora conocida como X que “nunca jamás insinuó” que el virus “estaba dirigido a salvar a los judíos”, pero que había “señalado con precisión” que “los gobiernos están desarrollando armas biológicas dirigidas a grupos étnicos” y que un estudio “muestra que el COVID-19 parece afectar desproporcionadamente a ciertas razas”. También reiteró que no creía que “el efecto étnico fuera deliberadamente diseñado”.

Durante la audiencia, cuando se le preguntó sobre esos comentarios, Kennedy se hizo eco de esta defensa.

“No dije que el objetivo fuera un ataque deliberado”, respondió Kennedy. “Solo cité un estudio financiado y publicado por el NIH”. El estudio que citó Kennedy, que recibió cierta financiación de los NIH, fue realizado por científicos de la Clínica Cleveland y publicado en BMC Medicine en 2020. Como hemos explicado antes, los resultados solo “sugirieron posibles asociaciones” entre ciertas variantes genéticas y la susceptibilidad al COVID-19, decía el estudio. Incluso si se validaran, los efectos serían pequeños. Un autor del artículo también dijo que los hallazgos del estudio “nunca respaldaron” la afirmación de Kennedy. No se ha demostrado que las disparidades raciales en los casos y muertes por COVID-19 se expliquen por diferencias genéticas.


Traducción de Google Translate editada por Catalina Jaramillo.

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